Cuando transcurría la Entrada Universitaria y caída la noche, las calles del centro de la ciudad fueron usadas como baños por algunos jóvenes, danzarines y músicos que estaban consumiendo bebidas alcohólicas.
Gran parte de los vecinos mostró su enojo, porque estas personas se orinaban en sus puertas y paredes, en calles adyacentes por donde ingresaban los conjuntos folklóricos de las distintas carreras universitarias.
En horas de la mañana y la tarde, no se percibía esta falta de educación y respeto por los demás, pero en la noche la alegría era desbordante por el excesivo consumo de bebidas alcohólicas y las paredes de las casas servían como baños públicos.
EBRIOS
Lo negativo de esta Entrada Universitaria fue sin duda el consumo de bebidas alcohólicas, pese a la existencia de una Ley Seca, que prohibía el expendio de alcohol, pero nadie cumplió esta Ordenanza Municipal y más al contrario, esta prohibición pareciera que motivó a los jóvenes a beber.
En la plaza principal 10 de Febrero, el consumo de bebidas alcohólicas fue masivo, grupos de jóvenes que espectaban la Entrada Universitaria bebieron exageradamente y luego protagonizaron escándalos.
Asimismo, debido a que muchos jóvenes bebieron hasta perder el conocimiento y quedarse dormidos, estos fueron víctimas de robos, como el caso ocurrido en la calle Sucre entre Soria Galvarro y 6 de Octubre, donde un joven estaba tendido en el suelo y sin calzados. Se desconoce la suerte de esta persona horas después.
De igual forma se observó a muchos danzarines en completo estado de ebriedad que eran ayudados a caminar por sus parejas o amigos.
De esta forma terminó la Entrada Universitaria, con calles convertidas en baños públicos, ebrios durmiendo en las calles y un excesivo consumo de alcohol y el ya tradicional “Ron Cola” y “Cuba Libre”, bebidas que contienen metanol y provocan que los bebedores pierdan el control de sus actos.
Gran parte de los vecinos mostró su enojo, porque estas personas se orinaban en sus puertas y paredes, en calles adyacentes por donde ingresaban los conjuntos folklóricos de las distintas carreras universitarias.
En horas de la mañana y la tarde, no se percibía esta falta de educación y respeto por los demás, pero en la noche la alegría era desbordante por el excesivo consumo de bebidas alcohólicas y las paredes de las casas servían como baños públicos.
EBRIOS
Lo negativo de esta Entrada Universitaria fue sin duda el consumo de bebidas alcohólicas, pese a la existencia de una Ley Seca, que prohibía el expendio de alcohol, pero nadie cumplió esta Ordenanza Municipal y más al contrario, esta prohibición pareciera que motivó a los jóvenes a beber.
En la plaza principal 10 de Febrero, el consumo de bebidas alcohólicas fue masivo, grupos de jóvenes que espectaban la Entrada Universitaria bebieron exageradamente y luego protagonizaron escándalos.
Asimismo, debido a que muchos jóvenes bebieron hasta perder el conocimiento y quedarse dormidos, estos fueron víctimas de robos, como el caso ocurrido en la calle Sucre entre Soria Galvarro y 6 de Octubre, donde un joven estaba tendido en el suelo y sin calzados. Se desconoce la suerte de esta persona horas después.
De igual forma se observó a muchos danzarines en completo estado de ebriedad que eran ayudados a caminar por sus parejas o amigos.
De esta forma terminó la Entrada Universitaria, con calles convertidas en baños públicos, ebrios durmiendo en las calles y un excesivo consumo de alcohol y el ya tradicional “Ron Cola” y “Cuba Libre”, bebidas que contienen metanol y provocan que los bebedores pierdan el control de sus actos.
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