Tanto padres de familia como maestros de las 23 unidades educativas, apoyaron a los miles de estudiantes que participaron en la entrada folklórica estudiantil devocional VISO 2008, con la confección de trajes nuevos, para evitar que se desluzca esta actividad que pretende rescatar valores culturales y folklóricos.
Una buena parte de los establecimientos educativos eligió la danza de los tinkus, por lo que se observó la diversidad de colores en la vestimenta de cada grupo, no sólo de cada colegio, ya que en la actualidad, existe una variedad de colores en base a la tela de aguayo.
Con esta danza, sobresalieron los estudiantes del Colegio Juan Misael Saracho, que participó en la entrada VISO 2008, con todos sus alumnos, quienes entonaban con entusiasmo temas relacionados a su colegio en ritmo de tinku, que deleitó al público.
La vestimenta de los Pujllay, fue similar a la de los que participan en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, un sacrificio extraordinario que realizaron los padres de familia, para lograr que todos estén uniformados correctamente.
La danza de los Kallawayas fue otra de las danzas que por su donaire y agilidad emocionó a las personas, ya que los estudiantes, se esforzaron de gran forma para lograr la coreografía perfecta y lograr una igualdad en cada paso que realizaron.
Otros establecimientos educativos demostraron elegancia con la danza de los caporales, en el que intervinieron jóvenes de ambos sexos, con la agilidad de los varones y la gracia femenina que gustó al público.
Los Incas, danza tranquila y de poco movimiento, pero impactó, porque los trajes confeccionados por ellos mismos, demostraban el cariño que le pusieron tanto padres e hijos para participar de la peregrinación, sin desvirtuar el denominativo de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
La danza esperada por muchos fue la de la Diablada, que al escuchar sus sones, logró motivar a la gente ante la proximidad del primer convite (que se realiza el primer domingo de noviembre), aunque en lo referente a su vestimenta, no se advirtió grandes cambios y en algunos casos no utilizaron bien sus trajes, lo que no quitó el entusiasmo de los estudiantes que participaron en esta danza que es el símbolo del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Una parte de los estudiantes bordaron el escudo de sus colegios, en sus vestimentas, lo que demuestra que la mayor parte, le puso esmero en la confección de sus trajes, en su danza y sobre todo en su fe a la Virgen del Socavón.
Una buena parte de los establecimientos educativos eligió la danza de los tinkus, por lo que se observó la diversidad de colores en la vestimenta de cada grupo, no sólo de cada colegio, ya que en la actualidad, existe una variedad de colores en base a la tela de aguayo.
Con esta danza, sobresalieron los estudiantes del Colegio Juan Misael Saracho, que participó en la entrada VISO 2008, con todos sus alumnos, quienes entonaban con entusiasmo temas relacionados a su colegio en ritmo de tinku, que deleitó al público.
La vestimenta de los Pujllay, fue similar a la de los que participan en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, un sacrificio extraordinario que realizaron los padres de familia, para lograr que todos estén uniformados correctamente.
La danza de los Kallawayas fue otra de las danzas que por su donaire y agilidad emocionó a las personas, ya que los estudiantes, se esforzaron de gran forma para lograr la coreografía perfecta y lograr una igualdad en cada paso que realizaron.
Otros establecimientos educativos demostraron elegancia con la danza de los caporales, en el que intervinieron jóvenes de ambos sexos, con la agilidad de los varones y la gracia femenina que gustó al público.
Los Incas, danza tranquila y de poco movimiento, pero impactó, porque los trajes confeccionados por ellos mismos, demostraban el cariño que le pusieron tanto padres e hijos para participar de la peregrinación, sin desvirtuar el denominativo de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
La danza esperada por muchos fue la de la Diablada, que al escuchar sus sones, logró motivar a la gente ante la proximidad del primer convite (que se realiza el primer domingo de noviembre), aunque en lo referente a su vestimenta, no se advirtió grandes cambios y en algunos casos no utilizaron bien sus trajes, lo que no quitó el entusiasmo de los estudiantes que participaron en esta danza que es el símbolo del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Una parte de los estudiantes bordaron el escudo de sus colegios, en sus vestimentas, lo que demuestra que la mayor parte, le puso esmero en la confección de sus trajes, en su danza y sobre todo en su fe a la Virgen del Socavón.
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