El Comité de Etnografía y Folklore de Oruro
• La devoción dejó sin habla ni opinión a aquellos dirigentes músicos y danzarines del ente matriz que no tuvieron voz ni voto a la hora de organizar por naturaleza una ruta que el danzarín de base eligió
El presidente del Comité de Etnografía y Folklore, Jesús Elías, afirmó que el triunfo celestial se impuso sobre la mezquindad
El presidente del Comité de Etnografía y Folklore, Jesús Elías, afirmó que el triunfo celestial se impuso sobre la mezquindad
La devoción pudo más que los intereses mezquinos y personales de un puñado de crápulas ajenos al Carnaval (de Oruro), la devoción pudo más que dos mil metales que prefirieron guardar silencio como si la fe a la mamita del Socavón se pudiese chantajear, la devoción demostró que al pueblo no le interesa “figurar” haciendo pasitos ridículos al toque de platillos mal afinados que hoy día no se extrañaron, afirmó Jesús Elías Lucero, presidente del Comité de Etnografía y Folklore de Oruro.
La devoción dejó sin habla ni opinión a aquellos dirigentes músicos y danzarines del ente matriz que no tuvieron voz ni voto a la hora de organizar por naturaleza una ruta que el danzarín de base eligió, surcando las asfaltadas calles, usando de norte el Santuario del Socavón.
La devoción arrancó el corazón del orureño dueño de casa, que no se conformó con la decisión chantajista de unos cuantos comerciantes de la música, la devoción hizo que esos orureños de las tradicionales calles Pagador y Bolívar saquen afanosos sus pequeños parlantes caseros, para ofrecer gratuitamente y con total fe, música para que los devotos de la Señora Candelaria le puedan ofrecer su sacrificio, comentó.
Elías afirmó que la devoción hizo que el total de los danzarines caminase bajo el sol radiante para regalarle a la Virgen un sacrificio distinto a otros años, pero con mucha más energía, traslucida en cánticos a la Virgen. “La devoción convirtió al Primer Convite en eso que habíamos olvidado los orureños, la promesa de fe y que el orureño baila, camina, vive por su Virgen minera”, dijo.
La devoción demostró a Oruro, que más puede el corazón religioso cristiano del uru, que se entrega en alma, vida y corazón, a rendirle pleitesía a la Mamita Cantila, dijo.
“La devoción arrancó minuto a minuto, las lágrimas que hoy inundaron el atrio del Socavón, de aquellos danzarines que convirtieron una cuasi-mañana trágica en un canto de Victoria Celestial”, afirmó.
La devoción le abrió los ojos al devoto, que ninguna barrera política e interesada impedirá que año tras año los fieles le rindan tributo, la devoción abrió los ojos al músico y al dirigente danzarín, mostrándole que no son imprescindibles a la hora de organizar uno de los convites más históricos de nuestro Carnaval orureño, aseveró.
El presidente del Comité de Etnografía y Folklore, Jesús Elías, afirmó que el triunfo celestial se impuso sobre la mezquindad
El presidente del Comité de Etnografía y Folklore, Jesús Elías, afirmó que el triunfo celestial se impuso sobre la mezquindad
La devoción pudo más que los intereses mezquinos y personales de un puñado de crápulas ajenos al Carnaval (de Oruro), la devoción pudo más que dos mil metales que prefirieron guardar silencio como si la fe a la mamita del Socavón se pudiese chantajear, la devoción demostró que al pueblo no le interesa “figurar” haciendo pasitos ridículos al toque de platillos mal afinados que hoy día no se extrañaron, afirmó Jesús Elías Lucero, presidente del Comité de Etnografía y Folklore de Oruro.
La devoción dejó sin habla ni opinión a aquellos dirigentes músicos y danzarines del ente matriz que no tuvieron voz ni voto a la hora de organizar por naturaleza una ruta que el danzarín de base eligió, surcando las asfaltadas calles, usando de norte el Santuario del Socavón.
La devoción arrancó el corazón del orureño dueño de casa, que no se conformó con la decisión chantajista de unos cuantos comerciantes de la música, la devoción hizo que esos orureños de las tradicionales calles Pagador y Bolívar saquen afanosos sus pequeños parlantes caseros, para ofrecer gratuitamente y con total fe, música para que los devotos de la Señora Candelaria le puedan ofrecer su sacrificio, comentó.
Elías afirmó que la devoción hizo que el total de los danzarines caminase bajo el sol radiante para regalarle a la Virgen un sacrificio distinto a otros años, pero con mucha más energía, traslucida en cánticos a la Virgen. “La devoción convirtió al Primer Convite en eso que habíamos olvidado los orureños, la promesa de fe y que el orureño baila, camina, vive por su Virgen minera”, dijo.
La devoción demostró a Oruro, que más puede el corazón religioso cristiano del uru, que se entrega en alma, vida y corazón, a rendirle pleitesía a la Mamita Cantila, dijo.
“La devoción arrancó minuto a minuto, las lágrimas que hoy inundaron el atrio del Socavón, de aquellos danzarines que convirtieron una cuasi-mañana trágica en un canto de Victoria Celestial”, afirmó.
La devoción le abrió los ojos al devoto, que ninguna barrera política e interesada impedirá que año tras año los fieles le rindan tributo, la devoción abrió los ojos al músico y al dirigente danzarín, mostrándole que no son imprescindibles a la hora de organizar uno de los convites más históricos de nuestro Carnaval orureño, aseveró.
La devoción nos hará recapacitar, mostrándonos que sobre un contrato de bandas, sobre un capricho de rutas, sobre una indomable opinión de los chóferes, sobre la decisión de intereses ocultos de los dirigentes y que sobre muchas otras cosas más, está el amor hacia nuestra mamita, Virgencita del Socavón, guía y luz mañanera de nuestras pecadoras almas”, sostuvo el también músico orureño.
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