La realización del Primer Convite del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, fue suspendida ayer alrededor de las 12:10 horas, ante el temor de que los danzarines sean agredidos por los músicos que habían amenazado bloquear la plaza 10 de Febrero.
Los músicos, que habían exigido primero la renuncia del presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), Ascanio Nava, después, en forma contradictoria, rechazaron esa renuncia, porque querían que ese documento sea firmado en un papel con membrete de la Asociación.
Ante esa emergencia, los dirigentes de la entidad folklórica y los presidentes de los 48 conjuntos afiliados se reunieron de urgencia en la cancha de la sede de la ACFO, e invitaron a la prensa para que sean testigos de lo acontecido.
La reunión programada para las 12:00 horas se adelantó cinco minutos con el informe que brindó el dirigente folklorista, Jacinto Quispaya, de la comisión que se dirigió a la Avenida Cívica para negociar con los músicos la solución del conflicto, porque Nava ya había renunciado. Sin embargo, se impuso la soberbia de los músicos, quienes indicaron que no negociarían nada hasta el miércoles.
Ante esa situación, los folkloristas sugirieron la suspensión del Convite, sugerencia tuvo apoyo de los presidentes, velando por la integridad física de los danzarines, porque los músicos amenazaron con golpear a quienes bailen en las calles de Oruro.
INFORME
En el informe, Quispaya advirtió que “ahora ya no es Ascanio Nava, el problema”, sino todo el directorio de la ACFO, porque los dirigentes de las bandas de música decían que algunos conjuntos tienen conflictos internos, como los Tobas Zona Sud, Tobas Central, los conflictos internos que tiene San Simón.
Quispaya consideró esa situación como un chantaje a la institución. Por otro lado, señaló que hoy se efectuará una reunión de emergencia de presidentes y delegados con la finalidad de tomar los recaudos del caso.
“La renuncia de nuestro presidente no es chiste ni burla como ellos (músicos) lo indican, como presidente accidental pongo en consideración suspender este Convite para prever la integridad física de nuestros danzarines, porque la última resolución que sacaron en el mitin, es que formaron comisiones para que vayan y hagan frente a los conjuntos que supuestamente estuviesen ingresando con bandas de percusión o bandas que hayan llegado del interior”, aseguró.
CONJUNTOS
Pese a esa determinación, los danzarines de los conjuntos folklóricos se arriesgaron y pusieron de manifiesto que no estaban de acuerdo con la suspensión del Convite, ya que lo primero que prevalece en el corazón de los danzarines es la devoción a la Virgen del Socavón, motivo por el cual se hizo el Carnaval de Oruro y creció en magnitud, que ahora es amenazada y herida en su orgullo propio, por intereses de grupos, económicos y políticos de varios sectores como los músicos y transportistas e incluso del gobierno prefectural que quiere apropiarse del Carnaval, más aún cuando las consignas que utilizaron los músicos son del MAS, rechazando además que no pase el Carnaval por el edificio de la Prefectura.
En uno de los carteles, los músicos exigen que no se mercantilice el Carnaval de Oruro, pero ellos mismos cobran en dólares a los conjuntos folklóricos, hasta llegar a los 20 mil dólares.
Los músicos, que habían exigido primero la renuncia del presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), Ascanio Nava, después, en forma contradictoria, rechazaron esa renuncia, porque querían que ese documento sea firmado en un papel con membrete de la Asociación.
Ante esa emergencia, los dirigentes de la entidad folklórica y los presidentes de los 48 conjuntos afiliados se reunieron de urgencia en la cancha de la sede de la ACFO, e invitaron a la prensa para que sean testigos de lo acontecido.
La reunión programada para las 12:00 horas se adelantó cinco minutos con el informe que brindó el dirigente folklorista, Jacinto Quispaya, de la comisión que se dirigió a la Avenida Cívica para negociar con los músicos la solución del conflicto, porque Nava ya había renunciado. Sin embargo, se impuso la soberbia de los músicos, quienes indicaron que no negociarían nada hasta el miércoles.
Ante esa situación, los folkloristas sugirieron la suspensión del Convite, sugerencia tuvo apoyo de los presidentes, velando por la integridad física de los danzarines, porque los músicos amenazaron con golpear a quienes bailen en las calles de Oruro.
INFORME
En el informe, Quispaya advirtió que “ahora ya no es Ascanio Nava, el problema”, sino todo el directorio de la ACFO, porque los dirigentes de las bandas de música decían que algunos conjuntos tienen conflictos internos, como los Tobas Zona Sud, Tobas Central, los conflictos internos que tiene San Simón.
Quispaya consideró esa situación como un chantaje a la institución. Por otro lado, señaló que hoy se efectuará una reunión de emergencia de presidentes y delegados con la finalidad de tomar los recaudos del caso.
“La renuncia de nuestro presidente no es chiste ni burla como ellos (músicos) lo indican, como presidente accidental pongo en consideración suspender este Convite para prever la integridad física de nuestros danzarines, porque la última resolución que sacaron en el mitin, es que formaron comisiones para que vayan y hagan frente a los conjuntos que supuestamente estuviesen ingresando con bandas de percusión o bandas que hayan llegado del interior”, aseguró.
CONJUNTOS
Pese a esa determinación, los danzarines de los conjuntos folklóricos se arriesgaron y pusieron de manifiesto que no estaban de acuerdo con la suspensión del Convite, ya que lo primero que prevalece en el corazón de los danzarines es la devoción a la Virgen del Socavón, motivo por el cual se hizo el Carnaval de Oruro y creció en magnitud, que ahora es amenazada y herida en su orgullo propio, por intereses de grupos, económicos y políticos de varios sectores como los músicos y transportistas e incluso del gobierno prefectural que quiere apropiarse del Carnaval, más aún cuando las consignas que utilizaron los músicos son del MAS, rechazando además que no pase el Carnaval por el edificio de la Prefectura.
En uno de los carteles, los músicos exigen que no se mercantilice el Carnaval de Oruro, pero ellos mismos cobran en dólares a los conjuntos folklóricos, hasta llegar a los 20 mil dólares.
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