A pesar del lema de la X Entrada Folklórica Cultural Autóctona Universitaria, “La Diablada es de Oruro”, los estudiantes de facultades que participaron en la actividad, prefirieron representar la danza del Tinku que significa “encuentro”, puesto que de las 49 fraternidades que ingresaron, 9 bailaron la danza propia del norte potosino.
Se lamentó que los tres conjuntos que representaron la Diablada, como la Pesada La Joya de la Facultad Técnica, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y, de la carrera de minas de la Facultad Nacional de Ingeniería, hubo muy pocos estudiantes que participaron en la misma puesto que no pasaron de 40 a 50 danzarines.
En algún caso, la danza de la Diablada fue distorsionada, puesto que en una de las agrupaciones había osos y ni un solo diablo, en otras se presentaron estudiantes disfrazadas de supuestas virtudes que ni siquiera formaron un grupo de siete para representar la contraposición de 7 pecados capitales, según manifestó una de las muchachas que desconocía el significado de la figura que representaba.
Además, los bordadores entregaron ropa muy usada que deslució la danza, al contrario de otras que brillaron por el colorido, la elegancia y combinado de colores que llamó la atención al igual que la danza y coreografía que no se mostró en la Diablada.
Al margen del Tinku y la Diablada, los estudiantes eligieron la danza de la morenada con la que se presentaron 5 conjuntos, que en la mayor parte de los casos fue la que retrasó el ingreso de los demás conjuntos, por su danzar lento.
Posteriormente, en cuestión de números, la Cullaguada y la Sicuriada fueron representadas por 4 unidades académicas, las que brillaron por su alegría, puesto que a su paso los danzarines entonaban algunas canciones haciendo que los espectadores, compartan esa algarabía.
La Tarqueada fue otra de las danzas que mostró la cultura de los pueblos originarios, que invita a bailar en pareja, cantando y participando de la misma con una cadencia muy propia de los departamentos del altiplano.
Uno de los conjuntos que recobra popularidad, es el de los Wititis, representado por tres carreras puesto que tuvo gran aceptación también en el público.
Las Wacas representada por algunos estudiantes de la Facultad de Derecho, lograron llamar la atención de las personas, ante el número de polleras que utilizan las bailarinas, además de los jóvenes que representan a los toros, muy emocionados se acercaban a la gente haciendo que aplaudan y participen de la emoción del conjunto.
Los caporales, otra danza estilizada que fue del gusto de propios y extraños, puesto que se apreció la elegancia de la vestimenta y del baile de las damas, muy al contrario de los varones que demostraron su destreza en el baile con saltos ágiles que provocaron la admiración del público.
La saya afro boliviana fue otra de las danzas que llamó la atención de las personas, puesto que de ella se originó la danza de los caporales, aunque es muy distinta en su vestimenta.
La danza de los tobas que fue muy compacta, llamó la atención de las personas por ser la única, presentada por la Facultad Nacional de Ingeniería.
Entre todos, se apreció que los conjuntos presentados por la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales fueron los más organizados.
Los mineritos de la carrera de Derecho, sub sede ubicada en Huanuni, fue otra de las danzas que no estamos acostumbrados a observar, por lo que llamó la atención de las personas quienes aplaudieron al son de la música que les caracteriza.
También los Jalkas representados por alumnos de la Escuela Superior de Formación de Maestros Ángel Mendoza Justiniano, recibió muchos aplausos debido a que estos, además de danzar, interpretan sus canciones acompañados de músicos que tocan la guitarra, una danza que no es observada frecuentemente.