Si bien la Entrada de Oruro es una síntesis del Carnaval en Bolivia, las carnestolendas en otras regiones del país ofrecen una variedad de expresiones folklóricas, religiosas y de costumbres que atraen cada año a miles de turistas nacionales y extranjeros.
Sólo basta mencionar ejemplos como el Corso en Santa Cruz, el día de Comadres en Tarija, el Carnaval Minero en Potosí, el Jisk’a Anata en La Paz o el Carnaval de la Concordia en Cochabamba. Cada celebración tiene su propio atractivo.
“Bolivia tiene una diversidad de carnavales, lo que permite a los turistas nacionales e internacionales que tengan más opciones para pasar buenos momentos, porque pueden observar entradas folklóricas, eventos rituales y religiosos, gastronomía, costumbres y juegos con agua durante febrero”, señala el ex viceministro de Turismo Ricardo Cox.
El Carnaval de Oruro será el 21 de febrero. Para su realización, miles de personas ensayan, desde octubre, danzas como morenadas, diabladas, tinkus, potolos, tobas y caporales, entre otras. La Entrada es en honor a la Virgen o Mamita del Socavón. La mayoría de los participantes se caracterizan por la alegría que entregan en su presentación.
Pasa lo mismo en el Jisk’a Anata, que se realiza el 23 de febrero. La diferencia está en que se presentan una mayor cantidad de grupos autóctonos de la ciudad y de diferentes regiones del departamento, quienes lucen trajes típicos e interpretan ritmos propios de sus regiones. Pero, no faltan los diablos, morenos, llameros, kullawas y ch’utas.
En la parte altiplánica del país los festejos van ligados a rituales andinos. Así, en el Jisk’a Anata, la tarkeada se interpreta en la época de lluvias, porque se festeja el inicio del periodo de cosecha.
El antropólogo David Mendoza señala que “al turista le gusta ver ceremonias y ritos que van ligados a la cosmovisión andina, propia de nuestros pueblos”.
En Potosí está el Carnaval Minero, en el que se celebra con baile y comida, pero también con rituales en devoción y agradecimiento al Tío de la Mina (diablo). Los mineros de las cooperativas organizan entradas en inmediaciones del Cerro Rico.
En el oriente, las expresiones del Carnaval son diferentes. “Por ejemplo, Santa Cruz se caracteriza por la elección de reinas y obviamente por la organización e identificación de las comparsas. El público siente la alegría de esa entrada”, asegura el ministro de Culturas, Pablo Groux.
Y, en Tarija “mucha gente viene a la ciudad por más de una semana a festejar los días de Compa- dres y Comadres”, invita la oficial mayor de Culturas, Gira Flores.
Este año el turismo subiría en un 5%
La celebración del Carnaval en todo el país tendrá un 5% más de visitantes extranjeros, según prevé el Gobierno.
Ricardo Cox, quien hasta el jueves era el viceministro de Turismo, informó ese día que se espera ese incremento en el flujo turístico. La ahora ex autoridad explicó que “el año pasado tuvimos un incremento de 4,5% de turistas internacionales en los diferentes departamentos, y, para este año, esperamos superar esa cifra a por lo menos 5% o más”.
El oficial mayor de Culturas de la Alcaldía de Oruro, Fabricio Cazorla, señaló que “año tras año el flujo de turistas ha aumentado en la ciudad durante la época de carnavales. Podemos decir que alrededor de 100 mil turistas extranjeros llegan a Oruro y aproximadamente 10 mil del interior”.
En Tarija, el 2008 llegaron a la ciudad alrededor de 12 mil turistas. “Este año esperamos que se supere ese número. Sabemos que nuestro Carnaval ganó bastante prestigio”, indicó la oficial mayor de Culturas de la Alcaldía de Tarija, Gira Flores. En Cochabamba, cada año, para el Corso de Corsos llegan más turistas nacionales, dijo el oficial mayor de Culturas, Gustavo Rodríguez.
Sólo basta mencionar ejemplos como el Corso en Santa Cruz, el día de Comadres en Tarija, el Carnaval Minero en Potosí, el Jisk’a Anata en La Paz o el Carnaval de la Concordia en Cochabamba. Cada celebración tiene su propio atractivo.
“Bolivia tiene una diversidad de carnavales, lo que permite a los turistas nacionales e internacionales que tengan más opciones para pasar buenos momentos, porque pueden observar entradas folklóricas, eventos rituales y religiosos, gastronomía, costumbres y juegos con agua durante febrero”, señala el ex viceministro de Turismo Ricardo Cox.
El Carnaval de Oruro será el 21 de febrero. Para su realización, miles de personas ensayan, desde octubre, danzas como morenadas, diabladas, tinkus, potolos, tobas y caporales, entre otras. La Entrada es en honor a la Virgen o Mamita del Socavón. La mayoría de los participantes se caracterizan por la alegría que entregan en su presentación.
Pasa lo mismo en el Jisk’a Anata, que se realiza el 23 de febrero. La diferencia está en que se presentan una mayor cantidad de grupos autóctonos de la ciudad y de diferentes regiones del departamento, quienes lucen trajes típicos e interpretan ritmos propios de sus regiones. Pero, no faltan los diablos, morenos, llameros, kullawas y ch’utas.
En la parte altiplánica del país los festejos van ligados a rituales andinos. Así, en el Jisk’a Anata, la tarkeada se interpreta en la época de lluvias, porque se festeja el inicio del periodo de cosecha.
El antropólogo David Mendoza señala que “al turista le gusta ver ceremonias y ritos que van ligados a la cosmovisión andina, propia de nuestros pueblos”.
En Potosí está el Carnaval Minero, en el que se celebra con baile y comida, pero también con rituales en devoción y agradecimiento al Tío de la Mina (diablo). Los mineros de las cooperativas organizan entradas en inmediaciones del Cerro Rico.
En el oriente, las expresiones del Carnaval son diferentes. “Por ejemplo, Santa Cruz se caracteriza por la elección de reinas y obviamente por la organización e identificación de las comparsas. El público siente la alegría de esa entrada”, asegura el ministro de Culturas, Pablo Groux.
Y, en Tarija “mucha gente viene a la ciudad por más de una semana a festejar los días de Compa- dres y Comadres”, invita la oficial mayor de Culturas, Gira Flores.
Este año el turismo subiría en un 5%
La celebración del Carnaval en todo el país tendrá un 5% más de visitantes extranjeros, según prevé el Gobierno.
Ricardo Cox, quien hasta el jueves era el viceministro de Turismo, informó ese día que se espera ese incremento en el flujo turístico. La ahora ex autoridad explicó que “el año pasado tuvimos un incremento de 4,5% de turistas internacionales en los diferentes departamentos, y, para este año, esperamos superar esa cifra a por lo menos 5% o más”.
El oficial mayor de Culturas de la Alcaldía de Oruro, Fabricio Cazorla, señaló que “año tras año el flujo de turistas ha aumentado en la ciudad durante la época de carnavales. Podemos decir que alrededor de 100 mil turistas extranjeros llegan a Oruro y aproximadamente 10 mil del interior”.
En Tarija, el 2008 llegaron a la ciudad alrededor de 12 mil turistas. “Este año esperamos que se supere ese número. Sabemos que nuestro Carnaval ganó bastante prestigio”, indicó la oficial mayor de Culturas de la Alcaldía de Tarija, Gira Flores. En Cochabamba, cada año, para el Corso de Corsos llegan más turistas nacionales, dijo el oficial mayor de Culturas, Gustavo Rodríguez.
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