El Pepino chorizo, anda suelto por la ciudad, tengan cuidado las cholitas y las jóvenes, porque al menor descuido las puede embarazar. Y, ya sabemos la respuesta de la cholita, cuando nace la wawa a los 9 meses, que sin pelos en la lengua, suelta la frase: “-del Pepino es pues, jajay…”.
Comenzó la Anata-Carnaval del Bicentenario 2009, con un singular acto de invocación al Pepino, en el desentierro que comenzó a la una de la tarde del primero de febrero, en la puerta principal del Cementerio, donde se concentraron La Asociación de Comparsas del Carnaval paceño y los “Ch’utas y Pepinos Maquineros”, quienes fueron los encargados y responsables de convocar el Ajayu del Pepino.
El desentierro, es un juego jocoso simbólico de convocar al Ajayu del Pepino, comenzó en la puerta principal del Cementerio General, lugar donde se abrió la escenificación del desentierro con el Pepino depositado en un féretro que fue levantado en hombros por la familia doliente de Pepinos y demás deudos. La comitiva se dirigió por la calle Baptista acompañada por sus viudas y Ch’utas, e invitados especiales y población en general. De rato en rato el Pepino sacaba la mano y el pie del ataúd, mientras la gente golpeaba el cajón tratando de despertarlo y gritando: -Pepino despiértate, pues… ya llegó el tiempo… flojo levántate….
El cortejo fúnebre avanzó en medio del tumulto acompañado con el marco musical de la banda de cobres que tocaba boleros de caballería, después de pasear por varias calles llegó al escenario principal que se ubico en la calle Nueva York (Zona de Entre Ríos), donde se dispuso un palco con una escenografía de un cementerio rural donde se depositó el ataúd donde se encontraba el Pepino. De pronto apareció un ángel asexuado con un traje blanco, con alitas caídas y con chapitas en el rostro. Inmediatamente apareció un personaje vestido de negro, seria ¿La Muerte?, bueno ambos se disputaron el ajayu del Pepino, que al final fue vano el enfrentamiento, para dar paso a un grupo de Pepinos-Arlequines, que con trajes ostentosos de colores vivos de rojo y verde, adornado con ribetes dorados encendidos comenzaron a bailar alrededor del féretro, para finalmente lograr que el Pepino se levantara. Este salio del cajón con un salto para comenzar a bailar alegremente con sus hermanos de fiesta los Ch’utas y sus bellas cholas, mientras la banda “Raimis Gallardos”, tocaba el huayñu de Cholita Marina, para continuar con el grupo musical “Alaxpacha” y la Bamba.
El Pepino, con Chorizo en mano o mata suegra, es un personaje emblemático del Carnaval paceño, además único en el mundo que fue recreado por los ch’ukutas pico verdes. Este ser andino del Pepino que dicen que es el hijo del Payaso-Pierrot y del Kusillo, posee el ajayu de la alegría y la trasgresión. Durante el mes de febrero, tomará la ciudad de La Paz, contagiando con su júbilo y picardía, los corazones de los paceños, que este año celebramos el BICENTENARIO, 200 años libres y La Paz, Capital Iberoamericana de las Culturas.
Jallalla Anata-Carnaval paceño
Jallalla Pepino Chorizo, sin calzón…
Comenzó la Anata-Carnaval del Bicentenario 2009, con un singular acto de invocación al Pepino, en el desentierro que comenzó a la una de la tarde del primero de febrero, en la puerta principal del Cementerio, donde se concentraron La Asociación de Comparsas del Carnaval paceño y los “Ch’utas y Pepinos Maquineros”, quienes fueron los encargados y responsables de convocar el Ajayu del Pepino.
El desentierro, es un juego jocoso simbólico de convocar al Ajayu del Pepino, comenzó en la puerta principal del Cementerio General, lugar donde se abrió la escenificación del desentierro con el Pepino depositado en un féretro que fue levantado en hombros por la familia doliente de Pepinos y demás deudos. La comitiva se dirigió por la calle Baptista acompañada por sus viudas y Ch’utas, e invitados especiales y población en general. De rato en rato el Pepino sacaba la mano y el pie del ataúd, mientras la gente golpeaba el cajón tratando de despertarlo y gritando: -Pepino despiértate, pues… ya llegó el tiempo… flojo levántate….
El cortejo fúnebre avanzó en medio del tumulto acompañado con el marco musical de la banda de cobres que tocaba boleros de caballería, después de pasear por varias calles llegó al escenario principal que se ubico en la calle Nueva York (Zona de Entre Ríos), donde se dispuso un palco con una escenografía de un cementerio rural donde se depositó el ataúd donde se encontraba el Pepino. De pronto apareció un ángel asexuado con un traje blanco, con alitas caídas y con chapitas en el rostro. Inmediatamente apareció un personaje vestido de negro, seria ¿La Muerte?, bueno ambos se disputaron el ajayu del Pepino, que al final fue vano el enfrentamiento, para dar paso a un grupo de Pepinos-Arlequines, que con trajes ostentosos de colores vivos de rojo y verde, adornado con ribetes dorados encendidos comenzaron a bailar alrededor del féretro, para finalmente lograr que el Pepino se levantara. Este salio del cajón con un salto para comenzar a bailar alegremente con sus hermanos de fiesta los Ch’utas y sus bellas cholas, mientras la banda “Raimis Gallardos”, tocaba el huayñu de Cholita Marina, para continuar con el grupo musical “Alaxpacha” y la Bamba.
El Pepino, con Chorizo en mano o mata suegra, es un personaje emblemático del Carnaval paceño, además único en el mundo que fue recreado por los ch’ukutas pico verdes. Este ser andino del Pepino que dicen que es el hijo del Payaso-Pierrot y del Kusillo, posee el ajayu de la alegría y la trasgresión. Durante el mes de febrero, tomará la ciudad de La Paz, contagiando con su júbilo y picardía, los corazones de los paceños, que este año celebramos el BICENTENARIO, 200 años libres y La Paz, Capital Iberoamericana de las Culturas.
Jallalla Anata-Carnaval paceño
Jallalla Pepino Chorizo, sin calzón…
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