Jisk’a Anata regaló alegría, color y tradición

Fiesta, alegría, colorido y tradición exhibió ayer el Jisk’a Anata (pequeña fiesta) en la ciudad de La Paz, al ritmo de conjuntos autóctonos y danzas folklóricas que ostentaron sus alegres coreografías al son de zampoñadas, suri sicuris, kullawadas, sayas afrobolivianas, tarkeadas, ch’utas, kusillos, jach´a wacas, moseñadas, caporales, tinkus y chacareras.

Alrededor de 60 conjuntos folklóricos hicieron su paso por las principales avenidas de la ciudad ante el aplauso de miles de espectadores que acompañaron el paso de los danzarines. No faltó el juego con agua, espuma y el consumo de cerveza. La fiesta culminó cerca de las 10 de la noche.

“Cada entrada folklórica tiene sus manifestaciones, su riqueza y la expresión de su propia identidad, el Jisk’a Anata se diferencia de la entrada de Oruro, por ser el espacio de las expresiones culturales que incluye mayor participación de conjuntos folklóricos de las provincias de La Paz”, aseguró a EL DIARIO el oficial Mayor de Cultura de la Alcaldía paceña, Wálter Gómez.

Entrando a la recta final del carnaval, hoy el país celebra el tradicional “martes de Ch’alla”. El sábado Cochabamba vivirá el Corso de Corsos y La Paz cerrará su fiesta carnavalera el domingo con el Entierro del Pepino y la gran Entrada de los Ch’utas.