La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada deleitó la noche del sábado 7, al público asistente en la Avenida Cívica con una fiesta de luz y danza y con la elegancia que caracteriza a ese conjunto.
La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada fue fundada el 25 de febrero de 1944, iniciada por un grupo de jóvenes denominados “los Pijes”, con la finalidad de mostrar un nuevo rostro de esa danza, sin embargo según la versión de su Presidente Enrique Jiménez Cladera se organizan los festejos una semana o dos semanas después del martes de ch’alla, como una forma de cerrar las actividades del Carnaval.
Con motivo de su aniversario la “Frater” como se la conoce en Oruro, inició su recorrido desde la plaza Castro de Padilla tomando la calle Bolívar hasta la Presidente Montes, para dirigirse por la calle Adolfo Mier hacia la explanada de la Avenida Cívica donde cientos de personas aguardaban su ingreso.
El inicio fue marcado por la imagen de la Virgen del Socavón, el paso del estandarte del conjunto y de los pasantes, seguidos de los osos que animaron a los asistentes.
El público orureño amante de su carnaval y de sus manifestaciones culturales con mucha emoción aplaudía el paso de los diablos, chinas y luciferes guiados todos por el Arcángel San Miguel.
Las tradicionales figuras características de la Frater arrancaron el aplauso del público sobretodo al iniciar con el tradicional ovillo en el que diablos y los siete pecados capitales atravesaron por una lluvia de fuegos artificiales, representando en la figura como el Arcángel logra reunir al mal para buscar su arrepentimiento y dirigirlos hacia los pies de la Virgen del Socavón.
El derroche de alegría y colorido era desbordante, logrando que no solo palpiten los corazones de los danzarines sino también de los espectadores que eran animados por los osos quienes subieron a las graderías de la Avenida Cívica para animar a cada una de las personas.
De igual manera espectaculares fuegos pirotécnicos acompañaron el paso de los danzarines, los cuales hacían juego y resaltaban el brillo de sus trajes tanto de chinas como de diablos.
El bloque de los ñaupas y de los karka trompos, mostró su elegancia con paso acompasado para abrir paso al bloque de las diablezas que con sus característicos pañuelos amarillos se acomodaron junto a la tropa roja y la verde para formar una nueva figura, la escarapela nacional como una forma de respeto a la enseña patria.
El espectáculo aproximadamente duró casi dos horas y media en las que los fraternos demostraron el porqué son considerados como una de las diabladas más elegantes en el Carnaval.
Toda esa fiesta de colorido no podía culminar sin la tradicional mecapaqueña, para dar paso a la tradicional cueca, caracterizada por tener un paso distinto a cualquier cueca de salón, y por último el carnavalito que con un ritmo mucho más rápido marcaba la salida de los diablos.
Sin duda, un espectáculo que para los fraternos significa el cierre del Carnaval 2009.
La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada fue fundada el 25 de febrero de 1944, iniciada por un grupo de jóvenes denominados “los Pijes”, con la finalidad de mostrar un nuevo rostro de esa danza, sin embargo según la versión de su Presidente Enrique Jiménez Cladera se organizan los festejos una semana o dos semanas después del martes de ch’alla, como una forma de cerrar las actividades del Carnaval.
Con motivo de su aniversario la “Frater” como se la conoce en Oruro, inició su recorrido desde la plaza Castro de Padilla tomando la calle Bolívar hasta la Presidente Montes, para dirigirse por la calle Adolfo Mier hacia la explanada de la Avenida Cívica donde cientos de personas aguardaban su ingreso.
El inicio fue marcado por la imagen de la Virgen del Socavón, el paso del estandarte del conjunto y de los pasantes, seguidos de los osos que animaron a los asistentes.
El público orureño amante de su carnaval y de sus manifestaciones culturales con mucha emoción aplaudía el paso de los diablos, chinas y luciferes guiados todos por el Arcángel San Miguel.
Las tradicionales figuras características de la Frater arrancaron el aplauso del público sobretodo al iniciar con el tradicional ovillo en el que diablos y los siete pecados capitales atravesaron por una lluvia de fuegos artificiales, representando en la figura como el Arcángel logra reunir al mal para buscar su arrepentimiento y dirigirlos hacia los pies de la Virgen del Socavón.
El derroche de alegría y colorido era desbordante, logrando que no solo palpiten los corazones de los danzarines sino también de los espectadores que eran animados por los osos quienes subieron a las graderías de la Avenida Cívica para animar a cada una de las personas.
De igual manera espectaculares fuegos pirotécnicos acompañaron el paso de los danzarines, los cuales hacían juego y resaltaban el brillo de sus trajes tanto de chinas como de diablos.
El bloque de los ñaupas y de los karka trompos, mostró su elegancia con paso acompasado para abrir paso al bloque de las diablezas que con sus característicos pañuelos amarillos se acomodaron junto a la tropa roja y la verde para formar una nueva figura, la escarapela nacional como una forma de respeto a la enseña patria.
El espectáculo aproximadamente duró casi dos horas y media en las que los fraternos demostraron el porqué son considerados como una de las diabladas más elegantes en el Carnaval.
Toda esa fiesta de colorido no podía culminar sin la tradicional mecapaqueña, para dar paso a la tradicional cueca, caracterizada por tener un paso distinto a cualquier cueca de salón, y por último el carnavalito que con un ritmo mucho más rápido marcaba la salida de los diablos.
Sin duda, un espectáculo que para los fraternos significa el cierre del Carnaval 2009.
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