“Aka tawaku janku palomita lunthatasiwayta muyt’as muyt’as utajaru irpasi”, o “a esta cholita blanca palomita, dando vueltas y vueltas me la voy a llevar a casa”, así y con una voz en falsete uno de los 15 mil ch’utas conquistaba ayer a una de sus amadas en el Entierro del Pepino y la Entrada de Ch’’utas que puso fin a las carnestolendas de La Paz.
Fiel a su estilo, el fiestacohetillo o rompecorazones tomó las calles paceñas desde la zona de Garita de Lima hasta la cancha El Tejar junto a sus dos cholitas y en busca de otras más.
“Jicha arumaj pa tawaku tajtasi”, o “esta noche me voy a buscar dos cholitas más”, cantaba el caquiavireño Efraín Fernández.
Unos metros adelante, Miguel Mamani, de Corocoro, endulzaba los oídos de otra joven. “Yo no sólo rompo corazones, también candados, vente cholita conmigo para bailar toda la noche”.
Fue una fiesta en la que los grupos confraternizaron sin afectar, claro, en los hechos el matrimonio. Los bailarines danzaron con sus esposas, sus hermanas o sus hijas en la fiesta de ch’utas.
“Yo tengo una legítima y otra para los carnavales, pero estas dos cholitas con las que bailo no saben. No les digas ¡ya!”, le dijo a la grabadora de La Razón ayer uno de los ch’utas del grupo Señoriales Ch’utas Aljeris de La Paz. Golosos y Golosinas, que lucían elegantes chaquetillas verdes.
Más atrás, las Holandesas causaban furor. Los ch’utas choleros que bailaban junto a sus “Lindas y bellezas tipo holandesas” se robaron más de un piropo.
La fiesta comenzó en la plaza Murillo con la retreta musical a cargo de Los Olvidados; desde ahí el pepino fue en procesión en medio del llanto desconsolado de sus 200 viudas, por los 200 años de La Paz. “¡Ni dos semanas a ver ha durado!”, decía una y luego otra “¡Morir a ver en el kilómetro cero, cuando estabas cero kilómetros!”. Así fue enterrado el pepino con huayños y cuecas.
Por la noche, las celebraciones seguían con el ingreso de los ch’utas choleros, mientras Rafael y Volcán, Expreso y otras orquestas esperaban en tarimas. En ello, un ch’uta se nos acercó. “Oye, más bien cuidátelo a tu cholita, porque me la voy a raptar. Esta noche no perdono. Ja, ja, ja...”.
Choleros y más
Las holandesas • “Los ch’utas choleros de La Paz y sus Lindas bellezas tipo holandesas”, así se llamaba la comparsa número nueve.
Aljeris • “Los señoriales ch’utas siempre aljeris (vendedores) de La Paz. Golosos y Golosinas”, se llamaba el grupo de la Unión Comercial.
Magníficas • “Ch’utas fiestacohetillos y sus cholitas Magníficas de la plana mayor”, era el nombre de la comparsa 20.
Khamaneadores • “Ch’utas y pepinos khamaneadores y sus lindas ch’askañawis”, era el apelativo del grupo tres.
Catemanía • Los Catedráticos bailaron de ch’utas con la Catemanía. También estuvieron por décima vez Los Fanáticos.
Fiel a su estilo, el fiestacohetillo o rompecorazones tomó las calles paceñas desde la zona de Garita de Lima hasta la cancha El Tejar junto a sus dos cholitas y en busca de otras más.
“Jicha arumaj pa tawaku tajtasi”, o “esta noche me voy a buscar dos cholitas más”, cantaba el caquiavireño Efraín Fernández.
Unos metros adelante, Miguel Mamani, de Corocoro, endulzaba los oídos de otra joven. “Yo no sólo rompo corazones, también candados, vente cholita conmigo para bailar toda la noche”.
Fue una fiesta en la que los grupos confraternizaron sin afectar, claro, en los hechos el matrimonio. Los bailarines danzaron con sus esposas, sus hermanas o sus hijas en la fiesta de ch’utas.
“Yo tengo una legítima y otra para los carnavales, pero estas dos cholitas con las que bailo no saben. No les digas ¡ya!”, le dijo a la grabadora de La Razón ayer uno de los ch’utas del grupo Señoriales Ch’utas Aljeris de La Paz. Golosos y Golosinas, que lucían elegantes chaquetillas verdes.
Más atrás, las Holandesas causaban furor. Los ch’utas choleros que bailaban junto a sus “Lindas y bellezas tipo holandesas” se robaron más de un piropo.
La fiesta comenzó en la plaza Murillo con la retreta musical a cargo de Los Olvidados; desde ahí el pepino fue en procesión en medio del llanto desconsolado de sus 200 viudas, por los 200 años de La Paz. “¡Ni dos semanas a ver ha durado!”, decía una y luego otra “¡Morir a ver en el kilómetro cero, cuando estabas cero kilómetros!”. Así fue enterrado el pepino con huayños y cuecas.
Por la noche, las celebraciones seguían con el ingreso de los ch’utas choleros, mientras Rafael y Volcán, Expreso y otras orquestas esperaban en tarimas. En ello, un ch’uta se nos acercó. “Oye, más bien cuidátelo a tu cholita, porque me la voy a raptar. Esta noche no perdono. Ja, ja, ja...”.
Choleros y más
Las holandesas • “Los ch’utas choleros de La Paz y sus Lindas bellezas tipo holandesas”, así se llamaba la comparsa número nueve.
Aljeris • “Los señoriales ch’utas siempre aljeris (vendedores) de La Paz. Golosos y Golosinas”, se llamaba el grupo de la Unión Comercial.
Magníficas • “Ch’utas fiestacohetillos y sus cholitas Magníficas de la plana mayor”, era el nombre de la comparsa 20.
Khamaneadores • “Ch’utas y pepinos khamaneadores y sus lindas ch’askañawis”, era el apelativo del grupo tres.
Catemanía • Los Catedráticos bailaron de ch’utas con la Catemanía. También estuvieron por décima vez Los Fanáticos.
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