14 de mayo de 2009

ENTRADA DEL SEÑOR DEL GRAN PODER


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La fiesta del señor del gran poder se llevara a acabo el dia sabado 6 de junio en la hermosa ciudad de la paz

El trayecto de la entrada comprenderá la plaza Garita de Lima, avenida Tumusla, Buenos Aires, calle Pedro de la Gasca, calle Vicente Ochoa, calle Antonio Gallardo, calle Sebastián Segurola, Sagárnaga, Illampu, Pando, Ismael Montes (carril de subida), Mariscal Santa Cruz, Obelisco, 16 de Julio, ingreso a la calle Bueno, Simón Bolívar, culminando en el Parque Roosevelt.

La norma establece que la organización de la Entrada Folklórica estará a cargo de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder con el apoyo del Gobierno Municipal a través de la Oficialía Mayor de Culturas, y las subalcaldías Max Paredes y Centro.

Asimismo, especifica que la entrada debe empezar a las 07:00 y que tanto el Alcalde, el Concejo, la Oficialía Mayor de Culturas, el Padre Rector del Santuario del Gran Poder y la Directiva de la Asociación de Conjuntos Folklóricos encabezarán la inauguración del evento.

La Ordenanza instruye también la entrega del trofeo “La Paz 200 Años Libres un Fuego que no se Apaga”, como un reconocimiento del Gobierno Municipal a la mejor fraternidad de esta entrada folklórica.

Entre otro de los puntos destacables de la norma aprobada por el Legislativo edil, está la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en tiendas, bares y otros establecimientos que estén ubicados en un radio de 100 metros del Templo Santuario Jesús del Gran Poder, como también el consumo excesivo de bebidas alcohólicas por parte de los danzarines y público en general.

Asimismo, dictamina que la Dirección Municipal de Salud ofrecerá atención de emergencia a lo largo del trayecto de la entrada folklórica y que deberá velar por la higiene y salubridad de los alimentos a ser expedidos.

El Ejecutivo Municipal dispondrá a través de la unidad organizacional correspondiente la instalación de servicios higiénicos públicos móviles así como el SIREMU deberá coordinar con la operadora externa SABENPE el recojo de basura acumulada a la finalización de la Entrada del Gran Poder.

GRAN GANADOR DE LA ENTRADA DEL GRAN PODER 2008

FRATERNIDAD MORENADA FANATICOS DEL GRAN PODER Q ENTRARA COMO PRIMERA FRATERNIDAD

La fiesta del Señor Jesús del Gran Poder tiene el prodigio de la articulación social; esa razón destaca a uno de los más importantes escenarios de diálogo cultural en el que confluyen diversos imaginarios colectivos, pasados, presentes y futuros. Es la fiesta de la conciliación de distintas expresiones coreográficas, cuyos fundamentos agrarios los vuelven conciliatorios y también contestatarios.

Es la fiesta de la movilidad social, donde la reminiscencia, la ironía, la sátira y la complementación, aunque simbólicas, de distintos estamentos sociales, las modifican y las enriquecen. Si bien su origen nos remite al Sincretismo cultural, es justo referirse a la incursión social de emigrantes rurales que dieron fondo y forma. Es decir, le dieron connotación narrativa que supera a lo exótico.

Símbolos, sólo algunos

Sus símbolos tienen los siguientes componentes: Una intuitiva asimilación de tradiciones autóctonas y católicas orientadas a la constante movilidad social basada en la acumulación de dinero.

La fe es una excusa para generar una catarsis colectiva. La Trinidad Andina de reciprocidad, coexistencia y complementariedad se une con la Trinidad Católica de tendencia maniqueísta (la lucha del bien contra el mal), modificada en un solo rostro e imagen.

Cuando se afirma que hay símbolos de movilidad y estratificación social, se menciona el derroche y la fastuosidad. La riqueza material acumulada genera jerarquías; primero fue la reivindicación, ahora es la acumulación de dinero. Pero, ¿podrá avanzar en el recambio de las élites y asumir una visión de país, de integralidad?. Hasta el momento la respuesta es NO. Pareciera que el interés es, sólo, convertir a la ciudad en una inmensa pasarela de bailarines con diferenciación social, estética y de dinero, y que por cierto produce también “transversalización”, es decir, apropiación de los sectores medios en búsqueda de identidad en la evasión del anonimato. Fuertes dosis de sensualidad urbana adquieren sentido en esta compleja mezcla de convergencia de rostros y capacidades económicas.

Si bien es una reafirmación de identidad, principalmente andina, la riqueza se ch´alla y ritualiza. Cuando se afirma que “es el espacio que acumula riqueza para el derroche, para una producción socio-estética y de posicionamiento social”, nos obliga a pensar, que si no existiera la fiesta, hace tiempo, el país ya hubiera sido un polvorín, por lo menos, en occidente de Bolivia.

Hasta el momento no se ha ideado una forma económica más amplia de aprovechamiento colectivo, en un país de baja calidad de vida, bajo consumo y desacumulado o que no tiene ahorro interno. Su capital social solo –pareciera- asume la decisión de bailar en consenso, unificado en 59 fraternidades con fuerte competencia interna y externa.

La Fiesta del Gran Poder construye una propia estética mestiza que une, separa y permite la diferencia a la vez. Es el punto de encuentro de compromisos, presencias y lealtades. Es el corolario de la trascendencia y la cultura del prestigio. Entonces, que comiencen los primeros acordes!!!.

Síntesis de la devoción

La fiesta que tiene estrecha relación con la Trinidad Andina y la Trinidad Católica, ha merecido diferentes lecturas sociológicas, antropológicas, económicas y políticas.

La devoción nativa se remite a tiempos inmemoriales en los que en el territorio de los Andes se adoraba al famoso ídolo Tangatanga, figura precolombina de tres cabezas y que se asoció posteriormente a la Cruz de Thunupa.

La devoción católica refiere y especifica “la cofradía del Señor del Gran Poder” en el Monasterio de San Benito de la Calzada, en el año 1431 a finales de la Edad Media en España.

En la sede de la Real Audiencia de Charcas (hoy Sucre -Bolivia) el culto nos remite a un vetusto caserón en una calle paralela a la catedral en la que se instaló una capilla, lugar en el que un lienzo de tres rostros era famoso por milagroso y que posteriormente fue clausurado por un Tribunal de la Inquisición de Lima.

El lienzo fue incautado y lacrado por la visión intolerante del mencionado Tribunal Religioso. El lienzo actualmente está en el Museo de Charcas de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca y constituye una joya del arte virreinal.

Luego, el culto se trasladó a la Iglesia de Santo Domingo en Sucre, propiamente a su altar mayor, empero, tal cual afirma el investigador Marcelo Arduz Ruiz “la antigua advocación de la Santísima Trinidad del Gran Poder, se ha perdido irremediablemente en la capital de la República”. Pero, también afirma que en el Convento de Santa Clara, en la actualidad “hay un mural que muestra a Santa Verónica sosteniendo un lienzo luego de haber secado el sudor de Cristo camino al calvario, en el cual están estampados tres rostros idénticos que corresponden al inmemorial misterio de la santísima Trinidad en una interpretación artística simple pero resuelto con maestría genial”. Ese mural, en el interior del Convento no está disponible a visitas.

Don Marcelo Arduz Ruiz también afirma en una publicación de prensa del 25/05/2004 que “el culto no se extinguió en la ciudad recostada a los pies del Illimani, que en su silueta de tres cumbres nevadas, metafóricamente, representa a la Santísima Trinidad”.

Ambas expresiones, la andina y la católica se encuentran mezcladas. Los antropólogos denominan a este hecho: sincretismo religioso.

Cronología

Los primeros datos precisan una cofradía del Señor del Gran Poder, en el año 1431 en el Monasterio de San Benito de Calzada, España. En Bolivia, la primera devoción comenzó en la ciudad de La Plata o Sucre en la capilla del Gran Poder, en una calle paralela a la Catedral y, luego, en el Templo de Santo Domingo.

En la Paz, el libro titulado los “Señores del Gran Poder” señala los primeros años de la vida republicana –probablemente 1826-, como el comienzo de la veneración cuando ingresó la novicia Genoveva Carrión llevando un lienzo de tres rostros que representaba el misterio de la Santísima Trinidad Católica, al Convento de las Concebidas, ubicado en la esquina de las calles Jenaro Sanjinés e Ingavi y actualmente en la calle Guerrilleros Lanza de la zona de Miraflores. El lienzo habría sido pintado por autor anónimo de la Escuela Popular del Collao en el siglo XVIII. Es una verdadera obra de arte virreinal que ha sido toscamente retocado para borrar dos rostros.

El lienzo que en esencia representa a la Santísima Trinidad pasó “de mano en mano” y fue persistente la sucesión del apellido Carrión por una simple explicación. Las devotas tenían servidumbre o pariente huérfana en número de dos que con el tiempo, cuando profesaban, adquirían el apellido de las religiosas a las que servían.

El traslado del Convento redujo los gastos y el personal allegado; las Sores Irene Carrión y María Concepción abandonaron el monasterio y solicitaron la devolución de la sagrada efigie que “por derecho hereditario les pertenecía”. La imagen se convirtió en peregrina de diferentes domicilios en la ciudad de La Paz, en los cuales se establecía un culto. Una calle en Miraflores; las otras, Juan de la Riva, Mercado, Figueroa, Yungas y México sucesivamente fueron escenarios de la reverencia al lienzo. Se cuenta que el dueño de casa comercial “La Balanza”, en la calle Mercado, murió junto a su familia por “la enfermedad de la exantemática por haber exigido que la milagrosa imagen saliera de su domicilio”.

Sucesivamente la iglesia de San Sebastián y la Capilla de Pura-Pura no pudieron ser sitios permanentes, sino eventuales, de veneración del lienzo pintado al óleo.

En 1910 y 1920 se pretendió un culto más oficial y abierto, hasta que el párroco de la zona El Rosario, otrora Konchupata, lugar donde estaban asentadas las casas de prostitución, bares y cantinas, alquiló una casa en la zona de Chijini, sitio en el cual se quedó la imagen del Señor Jesús del Gran Poder. La ex hacienda Paula Jawira, loteada y vendida a comerciantes en 1926, configuraría, desde entonces, una relación de identidad.

En 1923, en la casa de Braulio Salinas en la calle Eloy Salmón se adoró al lienzo de tres rostros; nació la entrada folclórica y se sacaba la imagen a la calle para ser partícipe de la fiesta en su honor.

En el año 1930, cuando ciudadanos peruanos, por órdenes de Monseñor Sieffert se disponían a terminar su trabajo de retocado de los rostros laterales, se cuenta que la cara principal se movió y los miró con enfado. Los restauradores huyeron despavoridos. Nunca más se supo de ellos.

En 1943 la imagen pretendió ser trasladada al templo de la calle Max Paredes, pero la oposición de los vecinos y la ayuda de otros religiosos, que ocultaron el lienzo, impidió el cumplimiento de la instrucción eclesiástica. En 1948, en la calle Gallardo se inauguró la nueva iglesia.

En 1974 se fundó la Asociación de Conjuntos Folclóricos del Gran Poder. Los señores Lucio Chuquimia y Luis Calderón López fueron quienes fortalecieron y jerarquizaron la veneración. Un año después, vale decir 1975, la entrada folklórica llegó hasta el Paseo El Prado. Desde entonces la ciudad se convierte en una inmensa pasarela, a través de la cual y en su trayecto, los danzarines muestras sus movimientos lancinantes, su fe, sus diferencias socioeconómicas y la construcción de un espacio de diálogo cultural.

La imagen católica del lienzo del Señor Jesús del Gran Poder, originalmente, de tres rostros, fue declarada “contra rito” por la curia eclesiástica. Es el principal motivo que funde la tradición de orígenes aymara y español e incorpora el mito de la piedra sin tiempo. Algunos investigadores afirman que es la fiesta que incorpora el enmascaramiento.

El origen de la Fiesta del Gran Poder se remonta al lejano 8 de diciembre de 1663; cuando se fundó el Convento de las Madres Concepcionistas. La versión corresponde a José Llanos, que además de ser profesor, es el actual Secretario de Cultura y Folclore de la Asociación de Conjuntos. y Secretario General del Comité de Etnomusicología y Folclore.

Según la historia, en aquel entonces, las postulantes al convento debían llevar consigo una imagen. La monja Genoveva Carrión portó la imagen de los tres rostros del Señor Jesús del Gran Poder, cuyo significado fue muy discutido.
Posteriormente, en 1904 uno de los devotos hizo retocar el cuadro convirtiéndolo en una imagen con un solo rostro y muchos devotos recibieron favores del Señor, por lo que la veneración de la imagen se extendió.

La imagen recorría por casas de las calles Mercado, Yungas, Figueroa y por la iglesia del Rosario. Posteriormente fue trasladada a la calle León de la Barra, donde una familia devota inició el culto a la imagen con visitas y oraciones programadas para los días martes y viernes. Con el transcurrir del tiempo los feligreses fueron aumentando y en 1928 se inició la construcción de un templo en la zona de Chijini, hoy calle Gallardo, que fue concluído a finales de los años 30.
Sin embargo, en 1923 surgieron las primeras fraternidades folclóricas. En la calle Illampu se situaban los bordadores de los trajes que se usaban en esta celebración y entre aquellos artesanos, destacaban las familias Chuquimia y Gisbert. Se dice que por iniciativa de ellas se realizaron las primeras fiestas "prestes y pasantes" del Señor del Gran Poder.

En 1924 apareció la primera diablada de la región de Chuchulaya, luego surgió una fraternidad de suri sikuris, integrado por un grupo de lustrabotas denominado “Cebollitas”.

En los años 30 y 40 se fueron integrando conjuntos nativos de Los Yungas , que con toques de tambores adoraban a la imagen. Habiéndose convertido en un evento departamental, en 1952 se realizó un festival departamental de danzas paceñas en el estadio, donde surgió la idea de realizar una entrada más apoteósica y organizada.

La fiesta contaba con el apoyo de un cura, a quien la historia recuerda como el padre Camacho, los ensayos se realizaban en las noches desde la avenida Buenos Aires hasta la intersección de las calles Gallardo y Segurola.

Otro hecho importante es el ocurrido el 25 de enero de 1969, cuando se funda el baile de los caporales en la zona de Chijini, como acto de devoción al Señor del Gran Poder. A iniciativa de los hermanos Estrada esta demostración folclórica fue estrenada a nivel mundial.

El 12 de mayo de 1974 se creó la Asociación de Conjuntos Folclóricos, que hoy aglutina los principales grupos de danzas de La Paz y las más representativas de otros lugares de Bolivia. Con este hecho, la fiesta del Gran Poder adquiere ribetes nacionales.

Según el profesor Llanos, si bien la entrada del Gran Poder ha sufrido cambios a lo largo de los años, los aspectos folclóricos se han mantenido a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una fiesta nacional.

Para el próximo año, la Asociación de Conjuntos Folclóricos del Gran Poder organizará el Segundo Congreso Internacional de Etnomusicología y Folclore Latinoamenricano y del Caribe, con la finalidad de declarar al departamento de La Paz “Cuna del Floclore Boliviano”.

La fraternidad: un gusto que pasa de generación en generación
La fraternidad "Morenada Unión de Bordadores" fue fundada el 12 de octubre de 1964 por Silverio Calle Soliz, Juvenal Arias y Juan Paucara. Los integrantes son hijos de una de las más antiguas diabladas, constituida también por artesanos. Desde entonces esta fraternidad ha participado en todas las entradas del Gran Poder.

Al inicio, para ser fraterno había que ser bordador; pero en la actualidad se vive una apertura que es beneficiosa, puesto que la agrupación Morenos Unión de Bordadores cuenta con más de dos mil bailarines, que están distribuidos en siete bloques: Jumanakampis, Aymaras, Los Chéveres, Los Felinos, Illimani, Las Sobrinas del Tío y Los Principales.

La fraternidad como conjunto, participa exclusivamente en la Entrada del Gran Poder, aunque varios de los integrantes son parte de otros grupos de danzas folclóricas que intervienen en festividades zonales y provinciales.

Actualmente la fraternidad acoge a todos los artesanos de los diferentes rubros, bordadores, mascareros, boteros y a todos los devotos que quieran bailar para el Señor Jesús del Gran Poder.

En los 37 años de existencia la Fraternidad Unión de Bordadores ha visitado distintos departamentos de Bolivia y en una oportunidad fue invitada a un festival en Arequipa, Perú.

Los integrantes se renuevan constantemente, en la actualidad los componentes se constituyen en la tercera generación de la fraternidad.

René Rojas, presidente de la Asociación Mixta de Artistas Bordadores Autodidactas (AMABA), que también participa en la fraternidad, como herencia de sus padres y abuelos, comenta que a lo largo de los años las coreografías se han ido renovando. Al inicio los bailarines hacían un solo paso, que poco a poco se ha multiplicado, dando lugar a nuevas figuras.

Hoy en día, la coreografía la realizan entre todos los integrantes, cualquiera de los bailarines puede sugerir un nuevo paso, que posteriormente es puesto en consideración por todo el grupo y luego adquirido si hay consenso.

En los inicios, como la fraternidad estaba conformada por artesanos, los trajes eran elaborados por los propios bailarines, no había una uniformidad en cuanto a el modelo pero si respecto a los colores. “Era una verdadera competencia de gala y creatividad, pues era una buena oportunidad para mostrar los dotes de cada uno de los artesanos”, recuerda don René.

Las prácticas comenzaron en el mes de enero, para las que alquilan un local especial. Antes de la entrada se realizan tres ensayos oficiales, con la participación de las bandas Huracán de la Paz y Cokani de Oruro, que actualmente acompañan a la fraternidad.

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