Los bailarines de las cinco fraternidades de tobas que participarán de la entrada universitaria del sábado 25 dejarán de usar las plumas de aves exóticas en peligro de extinción.
Las máscaras que utilizan los bailarines resaltan por la variedad de colores y el tamaño de las plumas. Hasta hace algunos años empleaban plumas de ñandú e incluso alas íntegras de flamenco. Ambas especies de aves están en peligro de extinción y son protegidas por el Estado.
El 2005, el colegio Villarroel utilizó en la entrada 250 alas de flamenco en sus máscaras. “No estaban disecadas, estaban frescas”, recordó el representante del Primer Encuentro Nacional de Tobas, Rolando Ibáñez.
La exhibición de plumas motivó a varias organizaciones a iniciar campañas para su preservación y para hacer cumplir la Ley de Medio Ambiente 1333. La norma prohíbe el uso de plumas y pieles de animales de la fauna andina y amazónica.
Ibáñez dijo que el 2008 las fraternidades de tobas de Cochabamba y La Paz y las asociaciones de bordadores de Oruro, La Paz y de Cochabamba suscribieron acuerdos para proteger estas especies.
Este año, cerca de 500 bailarines de cinco fraternidades de tobas que participan de la entrada acordaron dejar de usar las plumas de aves protegidas. “Las fraternidades de tobas se comprometen a no utilizar plumas de aves exóticas”, aseguró.
El Concejo Municipal de La Paz aprobó ayer la ordenanza que reglamenta la entrada y que prohíbe el uso de plumas de aves en peligro de desaparición.
De acuerdo con el representante de los tobas, la prohibición significa un incremento de los precios, “pero nos comprometemos a respetar la biodiversidad”. Las alas de flamenco se comercializan ilegalmente entre 25 y 30 bolivianos y las plumas de ñandú andino tienen un valor de 1,6 bolivianos cada una.
Las máscaras que utilizan los bailarines resaltan por la variedad de colores y el tamaño de las plumas. Hasta hace algunos años empleaban plumas de ñandú e incluso alas íntegras de flamenco. Ambas especies de aves están en peligro de extinción y son protegidas por el Estado.
El 2005, el colegio Villarroel utilizó en la entrada 250 alas de flamenco en sus máscaras. “No estaban disecadas, estaban frescas”, recordó el representante del Primer Encuentro Nacional de Tobas, Rolando Ibáñez.
La exhibición de plumas motivó a varias organizaciones a iniciar campañas para su preservación y para hacer cumplir la Ley de Medio Ambiente 1333. La norma prohíbe el uso de plumas y pieles de animales de la fauna andina y amazónica.
Ibáñez dijo que el 2008 las fraternidades de tobas de Cochabamba y La Paz y las asociaciones de bordadores de Oruro, La Paz y de Cochabamba suscribieron acuerdos para proteger estas especies.
Este año, cerca de 500 bailarines de cinco fraternidades de tobas que participan de la entrada acordaron dejar de usar las plumas de aves protegidas. “Las fraternidades de tobas se comprometen a no utilizar plumas de aves exóticas”, aseguró.
El Concejo Municipal de La Paz aprobó ayer la ordenanza que reglamenta la entrada y que prohíbe el uso de plumas de aves en peligro de desaparición.
De acuerdo con el representante de los tobas, la prohibición significa un incremento de los precios, “pero nos comprometemos a respetar la biodiversidad”. Las alas de flamenco se comercializan ilegalmente entre 25 y 30 bolivianos y las plumas de ñandú andino tienen un valor de 1,6 bolivianos cada una.
En su lugar se utilizarán plumas de animales en cautiverio de Argentina y Brasil que tienen un valor de cuatro bolivianos. Son blancas con las puntas negras. También se utilizarán sehuencas, plantas con una forma similar a la de las plumas.
Como otra alternativa, los tobas usarán plumas de animales, cuyas especies no están protegidas como el pato, pavo o la gallina blanca. El control de la norma estará a cargo de la Dirección de Calidad Ambiental, dependiente de la Oficialía Mayor Técnica de la Alcaldía paceña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario