Por primera vez, la Alcaldía de La Paz realizó el control de una entrada folklórica en cumplimiento a una ordenanza municipal. El primer evento en ser fiscalizado es la fiesta del Señor de la Exaltación en la zona de Obrajes, que ayer tuvo su preentrada.
La Ordenanza 422/2009, del 31 de agosto, aprobó la realización de la fiesta religiosa-folklórica con horarios, recorrido y cierre de vías establecidos.
Además se definieron las prohibiciones en cuanto a la venta y consumo de bebidas alcohólicas en la calle. Según la norma, la Guardia Municipal en coordinación con la Policía deben decomisar los productos expendidos en las vías públicas.
El mayor Augusto Russo,
comandante de la entidad, informó que 60 guardias, 20 funcionarios municipales y un número indeterminado de policías se encargaron del control del cumplimiento de la norma.
“Para ser la primera vez, tenemos un informe positivo. No hubo los excesos del año pasado, cuando incluso varios guardias fueron agredidos por los fraternos”, señaló la autoridad.
Russo admitió, sin embargo, que su labor en la preentrada fue de carácter preventivo. “La verdad que la gente bebió en las calles, todavía falta la concientización del cumplimiento de las normas”, dijo.
En efecto, la calle 7 de Obrajes y adyacentes fueron el escenario para grupos de bailarines y vecinos que bebieron hasta altas horas de hoy. “La estrategia será ajustada para la entrada, lo de hoy (ayer) no sirve de base”, dijo.
La Ordenanza 422/2009, del 31 de agosto, aprobó la realización de la fiesta religiosa-folklórica con horarios, recorrido y cierre de vías establecidos.
Además se definieron las prohibiciones en cuanto a la venta y consumo de bebidas alcohólicas en la calle. Según la norma, la Guardia Municipal en coordinación con la Policía deben decomisar los productos expendidos en las vías públicas.
El mayor Augusto Russo,
comandante de la entidad, informó que 60 guardias, 20 funcionarios municipales y un número indeterminado de policías se encargaron del control del cumplimiento de la norma.
“Para ser la primera vez, tenemos un informe positivo. No hubo los excesos del año pasado, cuando incluso varios guardias fueron agredidos por los fraternos”, señaló la autoridad.
Russo admitió, sin embargo, que su labor en la preentrada fue de carácter preventivo. “La verdad que la gente bebió en las calles, todavía falta la concientización del cumplimiento de las normas”, dijo.
En efecto, la calle 7 de Obrajes y adyacentes fueron el escenario para grupos de bailarines y vecinos que bebieron hasta altas horas de hoy. “La estrategia será ajustada para la entrada, lo de hoy (ayer) no sirve de base”, dijo.
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