Fundada hace nueve años por el cochabambino Rolando Candia, la Banda Sensación ameniza las fiestas de los residentes bolivianos en ese país. Italianos, franceses y ecuatorianos, entre otros, son sus integrantes.
La agenda anual de la Banda Sensación de New York sería la envidia de cualquier grupo musical: Preste del Tata Santiago, en Los Ángeles; preste de la Virgen de Urkupiña, en Virginia; preste del Señor de la Exaltación, en Miami... “Somos la única banda de música boliviana en todo EEUU. Es por eso que nos contratan de todo el país durante todo el año”, suelta con orgullo Rolando Candia, director de esta agrupación que lleva nueve años interpretando los ritmos nacionales.
Este cochabambino llegó a Nueva York hace 30 años junto a su extinta orquesta, Guantanamera, para amenizar la entrada boliviana del 6 de agosto. El músico decidió quedarse en EEUU y desde entonces no ha dejado de interpretar la música boliviana. Claro, para mantener a su familia, este egresado de la Escuela Militar de Música Adrián Patiño trabajó de forma paralela, por 17 años, como taxista en la Gran Manzana.
En 1999 el compositor fue tentado por un desafío. “Un compatriota me pidió que tocara para unos bailarines bolivianos en la gran Entrada de la Hispanidad de la Quinta Avenida. Allí germinó la Banda Sensación de New York, que fundé oficialmente un año después”.
El grupo está integrado por tres bolivianos, un francés, dos italianos, un nicaragüense, un peruano y un ecuatoriano. Entre los músicos se hallan la hija de Candia, Jackelin, quien interpreta los platillos, y su hermano José, quien se encarga del bombo. “A los integrantes extranjeros les encantan ritmos como la morenada. Ellos comenzaron tocando con partituras, mientras nosotros les dábamos el ritmo. Pero ahora son expertos”, asegura el músico, quien retorna al país dos veces al año para empaparse de los últimos lanzamientos folklóricos.
El menú de la banda Sensación —que cuenta con tres discos en su haber— es variado. Morenadas, kullawadas, diabladas, tinkus, cuecas, waka wakas y taquiraris resuenan en las fiestas de los residentes bolivianos.
Los prestes en EEUU se realizan mayormente durante el verano, de mayo a octubre. Las fiestas más sonadas son las de las familias Pegaso, en Los Ángeles, y Tarquino, en Miami.
“Los organizadores de las fiestas en EEUU buscaban inicialmente contratar a bandas de Bolivia, pero les costaba unos 18.000 dólares, entre pasajes y otros gastos. Nosotros cobramos 8.000 dólares”, dice Candia.
Este 3 de octubre, la banda estará presente en el preste de la familia Murillo, por la Virgen de Copacabana, en Nueva Jersey.
La agenda anual de la Banda Sensación de New York sería la envidia de cualquier grupo musical: Preste del Tata Santiago, en Los Ángeles; preste de la Virgen de Urkupiña, en Virginia; preste del Señor de la Exaltación, en Miami... “Somos la única banda de música boliviana en todo EEUU. Es por eso que nos contratan de todo el país durante todo el año”, suelta con orgullo Rolando Candia, director de esta agrupación que lleva nueve años interpretando los ritmos nacionales.
Este cochabambino llegó a Nueva York hace 30 años junto a su extinta orquesta, Guantanamera, para amenizar la entrada boliviana del 6 de agosto. El músico decidió quedarse en EEUU y desde entonces no ha dejado de interpretar la música boliviana. Claro, para mantener a su familia, este egresado de la Escuela Militar de Música Adrián Patiño trabajó de forma paralela, por 17 años, como taxista en la Gran Manzana.
En 1999 el compositor fue tentado por un desafío. “Un compatriota me pidió que tocara para unos bailarines bolivianos en la gran Entrada de la Hispanidad de la Quinta Avenida. Allí germinó la Banda Sensación de New York, que fundé oficialmente un año después”.
El grupo está integrado por tres bolivianos, un francés, dos italianos, un nicaragüense, un peruano y un ecuatoriano. Entre los músicos se hallan la hija de Candia, Jackelin, quien interpreta los platillos, y su hermano José, quien se encarga del bombo. “A los integrantes extranjeros les encantan ritmos como la morenada. Ellos comenzaron tocando con partituras, mientras nosotros les dábamos el ritmo. Pero ahora son expertos”, asegura el músico, quien retorna al país dos veces al año para empaparse de los últimos lanzamientos folklóricos.
El menú de la banda Sensación —que cuenta con tres discos en su haber— es variado. Morenadas, kullawadas, diabladas, tinkus, cuecas, waka wakas y taquiraris resuenan en las fiestas de los residentes bolivianos.
Los prestes en EEUU se realizan mayormente durante el verano, de mayo a octubre. Las fiestas más sonadas son las de las familias Pegaso, en Los Ángeles, y Tarquino, en Miami.
“Los organizadores de las fiestas en EEUU buscaban inicialmente contratar a bandas de Bolivia, pero les costaba unos 18.000 dólares, entre pasajes y otros gastos. Nosotros cobramos 8.000 dólares”, dice Candia.
Este 3 de octubre, la banda estará presente en el preste de la familia Murillo, por la Virgen de Copacabana, en Nueva Jersey.
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