Los siete mil estudiantes que bailaron en 42 grupos folclóricos de diferentes facultades realzaron sobre todo la interculturalidad boliviana, mediante danzas de varias regiones del país, como tinkus, caporales, taquiraris, tobas, estampas chapacas, chacareras, cuecas, pujllay, entre otros.
La cuarta entrada folclórica universitaria empezó a las 10:30 de la mañana y de a poco concentró a una masiva asistencia que se dio lugar a la avenida Las Américas. Muchos de ellos reservaron un espacio en las graderías con 24 horas de anticipación, sin embargo, algunos revendedores pusieron asientos privados para que la gente pueda acomodarse en un lugar especial.
Las graderías donadas por la Alcaldía Municipal eran totalmente gratuitas, pero los vendedores instalaron sillas de plástico que las vendían entre 15 a 25 bolivianos, dependiendo la ubicación. La Policía Municipal controló para que no se sobrepasen los precios ni se vendan espacios en las graderías.
Asimismo, la entidad edil junto a la Intendencia Municipal realizó una labor mancomunada para evitar la venta de bebidas alcohólicas. Si bien en la mañana se evidenció la no presencia de alcohol, sin embargo, el sofocante calor de la tarde provocó que algunos vendedores ofrecieran bebidas alcohólicas, especialmente cerveza.
El comandante de la Policía Municipal, Adhemar Cardozo explicó que es casi imposible evitar la venta de bebidas alcohólicas en este tipo de actividades. Sin embargo, recalcó que lo importante es que se evitó el consumo masivo en gran parte del día. Aunque la gente se dio modos para ingerir algún tipo de bebida que tiene grado alcohólico, cuestionó.
Por su parte la Intendencia Municipal, controló a los vendedores de comidas que se instalaron en la acera donde está el muro de la avenida. Se pudo observar platos desde saices, picantes, chicharrones, empanadas, entre otros. El personal de la repartición edil con sus característicos chalecos amarillos estuvo presente durante toda la jornada.
También, la Empresa Municipal de Aseo de Tarija (EMAT) realizó una labor destacada porque sus funcionarios constantemente recogían la basura del piso. Luego de la actividad EMAT movió a su personal para llevar adelante una limpieza general de la avenida.
El Rector de la Universidad Autónoma Juan Misael Saraho (UAJMS), Carlos Cabrera Iñiguez manifestó su alegría y satisfacción porque desde el viernes vivieron una auténtica fiesta universitaria. Recalcó la organización y la buena predisposición de los jóvenes para que la actividad sea un éxito rotundo.
“No tenemos que envidiar a ninguna ciudad porque la organización fue impecable. Se demostró que las cosas salen bien cuando existe voluntad, entusiasmo y participación de todas las instituciones. Hay que tomar en cuenta que el Comité Organizador fue conformado hace seis meses, que estaba compuesto por estudiantes, docentes y administrativos. Ellos planificaron la actividad con tiempo para que finalmente todo salga bien”, indicó.
Cabrera, quien estaba vestido con ropa tradicional de Tarija, agradeció a la Prefectura, Alcaldía, la Casa de la Cultura, FAUTAPO, la Policía Nacional, EMAT, SETAR, Intendencia, ENTEL y otras empresas que apoyaron la fiesta universitaria.
Participaron 42 grupos de diferentes facultades, lo que representa alrededor de siete mil personas que bailaron. Entre las cuales estaban estudiantes, docentes, administrativos y algunos familiares. También llegaron grupos del interior del departamento, como Bermejo, Entre Ríos, Caraparí, El Palmar , Villa Montes y Yacuiba. Asimismo arribaron delegaciones de Cochabamba y Potosí.
“El movimiento económico es significativo porque esta actividad promueve ventas para los comerciantes, de alimentos, vestimentas y bandas. Mucha gente se beneficia de la entrada universitaria. Sin embargo, es necesario destacar la prohibición de las bebidas alcohólicas. Lo importante es hacer una fiesta folclórica de integración boliviana”, señaló la autoridad universitaria.
Cabe mencionar que la Universidad invirtió 170 mil bolivianos en la organización del evento. Ese dinero fue gastado en pasajes, hotel y estadía de las delegaciones del interior del departamento, que sumaron más de mil estudiantes. Se invirtió también para ayudar en la vestimenta de los estudiantes.
Los estudiantes tuvieron que gastar una parte del alquiler de su ropa, lo que representa entre 150 a 300 bolivianos por persona. Ellos con mucha energía demostraron sus aptitudes y destrezas para bailar las danzas bolivianas.
Antonio Cuellar, estudiante de la Facultad de Odontología dijo que vale la pena sacrificar el esfuerzo económico y físico, porque se aporta a la unión no solamente de la Universidad, sino también del departamento y el país. Incluso hubo señoritas de Alemania que arribaron a la capital chapaca para participar de la entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario