¿Le gustó a la gente la última versión de la Entrada Universitaria? Si y no. Más bien, a ratos. Es que a la Entrada Universitaria de ayer no sólo le faltó brillo, sino que la desorganización, casi la condena al fracaso. Menos mal que los invitados especiales –entre ellos, los afro-bolivianos de Coroico, los entrerrianos y los tarijeños–, le dieron un color distinto a la muestra.
Es decir, si habría que ponerle nota a la Entrada Universitaria de ayer, obtendría, probablemente, 51 puntos sobre 100 de la gente. No fue lo que se esperaba. De todos modos, el entusiasmo de la mayoría de los universitarios que salieron a mostrar sus habilidades para el baile ayer, terminó salvando la última versión de la Entrada estudiantil. Al final, valió la pena asistir.
La fuerza de los mineritos de la Carrera de Ingeniería Civil, la picardía de los Potolos de la Facultad de Derecho, el ingenio de la mayoría de los tinkus que se presentaron y el mensaje de “por un país unido” de los estudiantes de la Carrera de Sociología, por ejemplo, encendieron al público y provocaron sendos aplausos.
Los invitados especiales, tuvieron su fiesta aparte. “La estamos pasando bien. Hay mucha energía de la gente. Esperábamos un público más pasivo, pero nos sorprendimos”, confesó Edgar Gemio, que llegó de Coroico, junto con otros 17 nativos de ese lugar, invitados por la Facultad de Psicología.
Los que también sorprendieron, fueron los estudiantes de la Facultad de Agronomía, que llegaron de la provincia Entre Ríos (Tarija). Su danza, el Atico, un baile guaraní.
Sin embargo, no la pasaron tan bien como lo esperaban. Se tardaron cinco horas en llegar hasta la ex estación Aniceto Arce, debido a que el recorrido de las otras fraternidades, se estancó, por ejemplo, en la Ladislao Cabrera. “La organización, está con muchas deficiencias. Demoramos una hora en El Reloj, una hora en bajar, y una hora aquí (en la ex Estación Aniceto Arce). Son las fraternidades que no tienen nada que ver con la Universidad, los que provocan embotellamientos. Ellos tienen su momento, solo deberían haber facultades. La Universidad se desvirtúa con esto”, se quejó Víctor Villarroel, responsable de la delegación entrerriana.
Un último apunte: los de la Facultad de Idiomas se trajeron a José Isidoro Igueras, un cantor tarijeño, que cantó en vivo casi a lo largo de todo el recorrido.
Finalmente, no hubo mucha gente a lo largo del trayecto, pero los que estuvieron, se entusiasmaron con los danzarines, especialmente, en la avenida Hernando Siles.
¿Bebidas alcohólicas? Por supuesto. Hubo borrachera, pero no de parte de los danzarines. Al menos, no de la mayoría. Sí de los jóvenes que salieron a ver a sus compañeros.
CAOS VEHICULAR
La Entrada Universitaria de ayer provocó demasiados problemas a los conductores de automóviles. En el Mercado Campesino, se vio largas filas de micros, de taxis y de todo tipo de vehículos, que se tardaron hasta 30 minutos en salir de los embotellamientos. En centro de la ciudad, tampoco fue la excepción.
La fiesta folclórica se extendió hasta las primeras horas de hoy.
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