La ‘fiesta grande’ de los cruceños sin reina, no sería fiesta. Ellas, las soberanas, son el ícono, el símbolo de la mayor manifestación de la alegría de nuestro pueblo. Y la gente las quiere y las admira, y las recuerda a pesar de que el tiempo pasa, y vienen otras reinas.
Sociales de EL DEBER hizo en sondeo en su sitio web. Se preguntó: ¿quién cree que es la Reina del Carnaval cruceño más simpática de la historia?
Durante tres semanas se recibieron casi 7.000 opiniones, de las que el 20,64% fueron para María René Antelo, la soberana del año pasado. El segundo puesto correspondió a Ximena Zalzer, que reinó en 2001, con una preferencia de 11,89%. Cecilia Justiniano, que engalanó la fiesta en 2003, aparece de tercera con el 9,17% de votos. La primera Reina del Carnaval cruceño (1937), Soledad Arrien, se situó en el cuarto puesto, con el 7,50%, y quinta fue Gloria Mariana Limpias (2008), con el 6,58 % de las preferencias.
Todas las soberanas recibieron apoyo, lo que demuestra que el público recuerda y quiere mucho a estos personajes, íconos del Carnaval cruceño. /RP
Cuando fue nombrada Reina del Carnaval era jovencita, sólo tenía 17 años, y no era muy conocida en el ambiente ‘socialero’, pero con su amplia sonrisa, desbordante alegría y fuerza a prueba de cansancio, rápidamente se ganó el cariño del público, que la aclamaba en las precarnavaleras y sobre todo en el corso. Hasta la actualidad es recordada como la ‘reina del entusiasmo’.
Aún está en la mente de muchos carnavaleros su participación en las ‘precas’ y el corso del año de su reinado, cuando dejando de lado el protocolo, se acercó al pueblo para celebrar con él la ‘fiesta grande’. Su desbordante alegría hizo que sea la ‘niña mimada’, que recibía el cariño de la gente en todos los lugares que le tocó visitar. Por ello se la considera una de las soberanas más entusiastas.
Fue la soberana que cantó en su propia coronación, que en una ‘preca’ desafió a la lluvia y siguió bailando, aun con su traje de fantasía mojado. Su sonrisa inconfundible, hizo que el pueblo la adule y la quiera hasta la actualidad.
Esta bella magnífica es, según el sondeo de opinión, la soberana más simpática de la historia del Carnaval cruceño. La gente la recuerda por su alegría, elegancia y por ser incansable en todas sus presentaciones. Su imagen aún está en el recuerdo del público.
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