Cientos de bailarines de las comparsas que representan a los cuatro puntos cardinales de la ciudad, ayer con derroche de alegría y conservando la tradición de sus antepasados, despidieron el Carnaval, al ritmo de huayños como la principal tonada de carnaval.
Esta costumbre tiene antigüedad de varias décadas, cuando los socios de los conjuntos folklóricos participantes del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, se dirigían luego del medio día del domingo de tentación al sector de Papel Pampa y Agua de Castilla, en la zona Sur de la ciudad.
Solían realizar una especie de día de campo, confraternizando y de alguna manera despidiendo con nostalgia al Gran Antruejo Carnavalero. Posteriormente al anochecer al ritmo de diabladas, morenadas y otras especialidades de danza, realizaban su recorrido por las calles del sur de la ciudad hasta la plaza 10 de Febrero, para luego concentrarse en las sedes sociales de sus conjuntos para continuar la celebración de despedida del carnaval.
A esta manifestación se “adjuntaban” grupos de jóvenes citadinos y del área rural, integrantes de comparsas, que aprovechando la música de las bandas de los conjuntos folklóricos, llegaban a su destino.
Con el paso del tiempo los conjuntos folklóricos ahora integrantes de la Asociación de Conjuntos Folklóricos Oruro (ACFO) perdieron esta tradición, que sin embargo aún es fortalecida por comparsas de la zona norte, este, oeste y sur de la alta tierra de los Urus.
Fueron visitados por estos entusiastas danzarines los mitos pétreos y areniscos, ubicados en diferentes sectores de Oruro, en la zona Sur a la Serpiente, dispuesta sobre tres colinas entre Vinto y Chiripujio; el Cóndor, formación natural en piedra, ubicada en la ladera del cerro Luricancho; mientras que en la zona Norte la formación pétrea del Sapo y finalmente los arenales situados en la zona Este de la ciudad, lugar que lamentablemente fue degradado en un porcentaje elevado.
Comparsas como la Unión Comercial, Santa Bárbara o Litoral, representan a personas migrantes de diversas provincias hacia la urbe orureña, gente que habitualmente se dedica a confeccionar prendas de vestir y al comercio, que comienza su carnaval en la tentación. Sin embargo existen algunas comparsas como propias de la ciudad, una de ellas es la Comparsa Linares, que cada año se prepara con días de anticipación, realizando inclusive publicidad para la incorporación de nuevos integrantes, luego de su recorrido por la zona Este, finalizan el carnaval en su sede situada en el Kuchu.
BASES RELIGIOSAS
Según la tradición popular, la celebración de ayer es conocida como Domingo de Tentaciones, esta referencia tiene un contenido religioso, ya que el anterior miércoles de ceniza, se inició en realidad el tiempo de cuaresma, sin embargo, propiamente se da apertura al tiempo litúrgico de conversión.
Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua (misterio pascual), es en realidad el tiempo propicio para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo, que fue tentado según las sagradas escrituras en el desierto por Satanás sin lograr su objetivo.
Este tiempo de conversión dura 40 días; comienza el miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, el color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia.
Esta costumbre tiene antigüedad de varias décadas, cuando los socios de los conjuntos folklóricos participantes del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, se dirigían luego del medio día del domingo de tentación al sector de Papel Pampa y Agua de Castilla, en la zona Sur de la ciudad.
Solían realizar una especie de día de campo, confraternizando y de alguna manera despidiendo con nostalgia al Gran Antruejo Carnavalero. Posteriormente al anochecer al ritmo de diabladas, morenadas y otras especialidades de danza, realizaban su recorrido por las calles del sur de la ciudad hasta la plaza 10 de Febrero, para luego concentrarse en las sedes sociales de sus conjuntos para continuar la celebración de despedida del carnaval.
A esta manifestación se “adjuntaban” grupos de jóvenes citadinos y del área rural, integrantes de comparsas, que aprovechando la música de las bandas de los conjuntos folklóricos, llegaban a su destino.
Con el paso del tiempo los conjuntos folklóricos ahora integrantes de la Asociación de Conjuntos Folklóricos Oruro (ACFO) perdieron esta tradición, que sin embargo aún es fortalecida por comparsas de la zona norte, este, oeste y sur de la alta tierra de los Urus.
Fueron visitados por estos entusiastas danzarines los mitos pétreos y areniscos, ubicados en diferentes sectores de Oruro, en la zona Sur a la Serpiente, dispuesta sobre tres colinas entre Vinto y Chiripujio; el Cóndor, formación natural en piedra, ubicada en la ladera del cerro Luricancho; mientras que en la zona Norte la formación pétrea del Sapo y finalmente los arenales situados en la zona Este de la ciudad, lugar que lamentablemente fue degradado en un porcentaje elevado.
Comparsas como la Unión Comercial, Santa Bárbara o Litoral, representan a personas migrantes de diversas provincias hacia la urbe orureña, gente que habitualmente se dedica a confeccionar prendas de vestir y al comercio, que comienza su carnaval en la tentación. Sin embargo existen algunas comparsas como propias de la ciudad, una de ellas es la Comparsa Linares, que cada año se prepara con días de anticipación, realizando inclusive publicidad para la incorporación de nuevos integrantes, luego de su recorrido por la zona Este, finalizan el carnaval en su sede situada en el Kuchu.
BASES RELIGIOSAS
Según la tradición popular, la celebración de ayer es conocida como Domingo de Tentaciones, esta referencia tiene un contenido religioso, ya que el anterior miércoles de ceniza, se inició en realidad el tiempo de cuaresma, sin embargo, propiamente se da apertura al tiempo litúrgico de conversión.
Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua (misterio pascual), es en realidad el tiempo propicio para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo, que fue tentado según las sagradas escrituras en el desierto por Satanás sin lograr su objetivo.
Este tiempo de conversión dura 40 días; comienza el miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, el color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia.
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