8 de febrero de 2010

Último Convite configuró un magnífico escenario lleno de folklore y devoción

La reafirmación de la ceremonia del permiso y la promesa de tres años de danza en honor a la” Mamita del Socavón”, que en realidad es el vernáculo cúmulo de danzas, llamado Último Convite, se convirtió ayer en escenario magnífico, plagado de devoción y folklore.

La fiesta se desarrolló ayer en medio de una multiplicidad de vivos colores, que significan la inminente llegada de la más grandiosa expresión de los andes, el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Horas antes, se percibía en la ciudad una atmósfera, que presagiaba un día espléndido, pues contrariamente a lo acontecido en anteriores jornadas llenas de chubascos, la temperatura se presentaba agradable, y el firmamento límpido, lo que facilitó el desarrollo del Último Convite.

Se escuchaban matracas, espuelas, silbatos, cascabeles de los danzarines que pululaban impacientes por el recorrido y el punto de inicio, al igual que personal de la Asociación de Conjuntos del Folklore Oruro (ACFO) y policías para brindar seguridad y orden.

Faltando veinte minutos para las 8 de la mañana, desde la calle Potosí y Aroma, iniciaba su periplo por el recorrido que será idéntico el venidero sábado de peregrinación, la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, con los bríos que caracterizan a este conjunto folklórico.

Encabezando a estos centenarios diablos, la imagen de la Patrona de los Mineros” era llevada en hombros por la cofradía de la ACFO, acompañada por el hermano Juan, acólitos y monaguillos del Santuario del Socavón, flanqueados a su vez por jóvenes de las brigadas, cuya función fue ayudar al mejor desarrollo de esta reafirmación de fe.

En realidad se había citado a los danzarines a las 6:30 de la mañana, anticipando el inicio para las 7:30, pero por el retraso de las bandas de la institución se ingresó diez minutos tarde, fuera del horario establecido.

Transcurrieron las horas y las graderías acomodadas a lo largo de la ruta, se empezaron a llenar de espectadores, que pagaron por apreciar el espectáculo desde los cinco bolivianos, llegando en horas de la tarde al rededor de 40 bolivianos, sin que autoridad alguna ponga coto a este cobro arbitrario.

BRIGADAS

En el trayecto el trabajo de los 60 brigadistas de la ACFO divididos en dos turnos, en gran parte no fue apoyado por los mismos danzarines, sin embargo los doce puestos de control y los tres tarjeteros ubicados en la Pagador y Aroma, el segundo en la Murguía y Pagador y el tercero en la Avenida Cívica Sanjinés Vincenti, para obtener datos del desplazamiento de los danzarines, serán de gran ayuda para optimizar la presentación del sábado de peregrinación.

El tiempo y distancia entre los conjuntos y bloques dentro de los mismos, fue relativamente aceptable, hasta horas de la tarde, posteriormente, se evidenció un leve desfase que debe ser solucionado, después de una reunión de análisis antes del fin de semana al interior de la ACFO.

RUTA

Al margen de los aspectos organizativos y coreográficos en la Avenida 6 de Agosto se aprecio un deficiente trabajo del resellado de las vías férreas, que podría haber significado algún percance para los danzarines.

Por otro lado se pudo advertir la presencia de turistas del interior y exterior del país en el público y un importante número dentro los conjuntos folklóricos, europeos, asiáticos y de otros continentes, que definitivamente dieron otro toque a las 18 especialidades de danza.

El culmen de ésta reafirmación ante la Virgen del Socavón, se vio abarrotado de público y de danzarines que luego de transcurrir por la explanada de la Avenida Cívica, subían llenos de fe por la empinada calle Junín hasta el atrio del Santuario.

Ya en el hogar de la “Mamita del Socavón, danzarines y músicos de los 48 conjuntos folklóricos con mucho cansancio, ingresaron de rodillas a la nave central del templo, para dirigirse al presbiterio y recibir la acogida de algún sacerdote de los Siervos de María, guardianes del Santuario y reafirmar en solemne ceremonia la promesa de danza y fe para la Virgen de la Candelaria.

“Lo que se experimenta en el alma cuando uno baila por la Mamita y lo hace de verdad, es tan lindo, porque en realidad María fue la primera que bailó para cantarle a Dios la acción de gracias, porque Dios nació hombre, ella nos lo trajo e inspiró a los mineros pobres, sufridos, les inspiró la alegría, el recuperar la esencia ancestral, los cantos que habían aprendido de sus mayores, eso lo hicieron danza para rendirle honor a esa K’achamosa Morena que no sabemos quien la pinto, a lo mejor fue un ángel, que la pinto justo frente a la entrada de la mina”, señaló emocionado a LA PATRIA, el padre Jairo aún vestido de poncho y ojotas por ser integrante del conjunto Phujllay Oruro.

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