Con sus mejores galas, los más de 30.000 bailarines de las 61 fraternidades del Gran Poder realizarán mañana su promesa de bailar tres años para el “Tata”. La tradición dicta dar donaciones al templo.
Fernando Valencia, presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, informó que este año el orden será prioridad de la Promesa. “El recorrido se iniciará a las 8.00 en la plaza Garita y terminará en la plaza Marcelo Quiroga Santa Cruz”, dijo.
El representante de los folkloristas informó que la Promesa implica “establecer un lazo de religiosidad con el Señor del Gran Poder”. “Ofrecemos una oración y hacemos ofrendas. Acudimos al templo con nuestras mejores galas, en señal de respeto al Milagroso”, explicó.
El integrante de Los Fanáticos, Ángel Mamani, comentó que su fraternidad lucirá en la Promesa los trajes de la diana; en el caso de los hombres, terno, corbata, sombrero y matraca. “Pedimos bendiciones para el trabajo, la familia, el negocio, sobre todo para que no me pasen desgracias en mis viajes a China”. El bailarín añadió que es una costumbre dejar un diezmo como donación a la iglesia. “El 2009 dejé $us 100”.
Hay una serie de ritos que cumplir en la Promesa. “Yo llego al templo con mi esposa y entro de rodillas agradeciendo al Tata y le prometo bailar tres años. Se hace callar a la banda para ese momento especial”, describió Joaquín Quispe, de Los Catedráticos, y agregó que cada bailarín deja cinco bolivianos. La donación de 790 integrantes de su fraternidad supera los $us 500.
Wálter Chipana, que es miembro de la Señorial Illimani hace más de dos décadas, contó que ahora hay más orden en la organización de la Promesa. “Antes, los devotos no estaban uniformados y cada quien entraba a la hora que quería y a veces con tragos. Una vez, los del transporte pesado tenían siete bandas, lo que atrasó a las otras comparsas”.
En otra ocasión, dos morenadas se agarraron a “matracazos”, porque no se respetó el orden de entrada. “Hoy, nuestros representantes le prestan mayor atención al orden, sólo se ingresa con dos bandas”, dijo.
Si de costumbres se trata, la que hizo desaparecer la iglesia fue la de los pedidos a las tres caras del Señor. Antes pedían una maldición, una bendición y un agradecimiento. “Por eso la imagen del Señor ahora tiene sólo una cara”, explicó Chipana.
Las Nuevas tradiciones fraternas
Fiesta tras la promesa
Antes los fraternos bailan en las calles. Hoy arman fiestas en locales.
Prohibida la cerveza
Los bailarines que incumplan la regla de entrar al templo con alcohol, serán sancionados.
Los fraternos agradecen al Señor por sus ‘milagros’
A tiempo de hacer la Promesa, los fraternos también agradecen al Señor Jesús del Gran Poder por los favores recibidos a lo largo del año, que para muchos son “verdaderos milagros” del Tata.
Ángel Mamani, que pertenece a los “Fanas”, se emociona y llora cuando recuerda un momento difícil que pasó junto a su esposa cuando fueron a un viaje de negocios a Chile hace unos años. “Resulta que a mi esposa se le reventó la vesícula y los médicos la mandaron sedada hasta Bolivia porque supuestamente se iba a morir y era difícil el trámite de la repatriación. Al llegar a Bolivia fui a pedirle al Señor”.
Mamani comenta que aunque los médicos le avisaron que el caso era grave y no tenía cura, su esposa sanó. “Hoy sigue bailando en la fiesta como si nada hubiera pasado”, testimonia.
Wálter Chipana, antiguo fraterno de la Señorial Illimani, asegura que siempre bailó con fe. “Mi primer pedido al Señor fue que me permita vivir cerca de su zona, porque estaba muy lejos y me lo concedió. Después le pedí una casa propia y hoy disfruto de ella en la zona de la Uyustus”.
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