La cumbia y la morenada son los ritmos que alegrarán las fiestas que realizarán las fraternidades del Gran Poder, después de la entrada. Las recepciones se organizan con seis meses de anticipación y en ellas no falta ni cerveza ni platos de cerdo.
Reynaldo Carrasco miembro de los Los Fanáticos del Gran Poder afirma que su fraternidad ofrecerá este año una de las recepciones más organizadas. “Somos unos 1.400 componentes y nuestra fiesta será el día domingo 30 en La Mansión de los Fanáticos, cerca de la avenida Entre Rios”.
El fraterno comenta que han contratado a dos grupos internacionales “uno es la Repandilla de Argentina y otro es la sorpresa”. Los argentinos interpretarán sus éxitos de cumbia villera Si te quiero y Carcelero en la voz del ex cantante de la agrupación La Base.
El moreno recordó que el salón de la fiesta, donde caben unas 2.000 personas, perteneció a uno de los fundadores de la fraternidad. “Ahora estamos ahorrando para tener una sede propia”, agrega Carrasco. A la recepción, que fue organizada desde octubre del pasado año, llegarán aproximadamente unas 3.000 cajas de cerveza para compartir.
Catedráticos. Esta fraternidad bailará con las música del grupo cochabambino Volcán “porque tienen un repertorio variado y tocan las cumbias de hoy y ayer”, afirma Líder Aruquipa. Los Cates completarán el espectáculo de su festejo con Jumataki, considerado un grupo revelación que fue el que compuso el tema oficial de la fraternidad. En su repertorio están las mejores morenadas y otros ritmos folklóricos tradiciones para complacer el gusto de los bailarines.
“Es el grupo que más les gustó a los pasantes y los fraternos están contentos con la programación de la fiesta”, afirma Líder Aruquipa y añade que su fraternidad reúne a mil personas y todas llegarán hasta el salón Santa Isabel, cerca de la Juan Gratine.
“El local siempre se llena, estamos acostumbrados a tener más de mil personas. Viene mucha gente por los grupos”, dice Aruquipa, pero reserva bien otras novedades. “Vamos a tener muchas sorpresas que van a ser comentadas en su momento”.
Intocables. Esta fraternidad también alista su fiesta con varios meses de anticipación. Este domingo, después de la diana, Los Intocables, siguiendo su tradición, se reunirán en La Cabaña de los Intocables ubicada en la calle Nueva York, detrás del Cementerio.
Así lo confirma Javier Monasterios, quien calcula que unos 1.200 morenos llegarán para cerrar con “broche de oro” las actividades de este año. “Ahora hay más gente y nos impresiona como creció la fraternidad”, enfatiza el devoto.
“Para nuestra fiesta tenemos varios grupos. Estarán las bandas Invasión y Operación Intocables. Para los ritmos tropicales, Veneno, Iberia de Oruro, La Bamba, Potencia Juvenil, La Sangre, La Rosa, Abracadabra, Los Padrinos y el grupo Mara para las morenadas de moda. Hay otras sorpresas”, enfatiza el fraterno.
Monasterios asegura que con estos grupos “tienen que mandarse la parte”. Además calcula que una cervecera regalará 500 cajas y los pasantes comprarán otras 500; todas para compartir en el local.
La cerveza llega gratis
La cerveza abunda y llega gratis a las fiestas que organizan las fraternidades del Gran Poder, después de la diana. Al ingresar al salón, cada fraterno recibe una botella de la cerveza auspiciadora y recibe más de los pasantes.
El fricasé y chicharrón dan sabor a las fiestas
El fricasé y el chicharón de cerdo son las comidas más populares entre los fraternos del Gran Poder. Estas delicias de la gastronomía boliviana no pueden faltar después de bailar en la entrada sabatina y en la diana dominguera.
El fricasé se invita a la madrugada del domingo después de haber compartido toda la noche en el festejo fraterno.
“Tiene que estar picante y caliente, para reponer energías”, recomienda el fraterno Líder Aruquipa.
Cuando la fiesta dominguera está en su auge, los bailarines reciben, como atención de los pasantes de la fiesta, un plato de chicharón con llajua. “Sirve para combatir el alcohol que consumieron los bailarines”.
La elección del chicharrón se debe a que, dado que son tantos los invitados a las fiestas —superan el millar de personas—, se precisa un plato fácil de preparar, empaquetar por porciones y repartir sin riesgos. En otros tiempos también se servía pollo, pero esta costumbre fue desapareciendo.
El plato de cerdo frito con mote y llajua se sirve entre las 12.00, 18.00 ó 20.00. El fricasé es, en cambio, madrugador; por ejemplo Los Intocables lo tendrán listo ya a las 4.00 del domingo
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