• Con promesa de fe, colorido y belleza, se realizó la entrada del Señor Jesús del Gran Poder.
• Más de 20 mil danzarines de 60 fraternidades recorrerán el sábado las principales calles y avenidas de la ciudad de La Paz.
Con el objetivo de reivindicar las danzas bolivianas y frenar la enajenación de países como el caso de la diablada en el Perú, Fernando Valencia, presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder (ACFGP), instó a los espectadores de la fastuosa entrada del Gran Poder, que se darán cita el próximo sábado 29 de mayo, portar la bandera nacional. La convocatoria fue lanzada ayer durante la realización de la promesa de los danzarines de las 60 fraternidades que participarán en la entrada sabatina.
Valencia reiteró que la “reivindicación” debe ser de toda la población junto a la enseña patria y demostrar que es parte de nuestra cultura y que no corresponde a otros países.
“La población debe salir a las calles con su bandera y con eso apoyar a las fraternidades pero sobre todo a sentar de que Bolivia cuenta con una gran diversidad y patrimonio cultural, como se lo presentó hoy (ayer), y que se lo ratificará con fe, entusiasmo, belleza y alegría”, aseveró.
PROMESA
La zona Gran Poder lució ayer sus mejores galas para dar la acogida a 60 fraternidades que asistieron a la “Promesa” al Señor Jesús del Gran Poder, antesala de la entrada folklórica del mismo nombre, donde más de 20 mil danzarines recorrerán las principales calles y avenidas de la ciudad de La Paz.
La belleza femenina, la alegría, música, colorido y júbilo fueron el común denominador de una fiesta folklórica que a través de los años se consolidó como una tradición paceña.
SIGNIFICADO DE LA PROMESA
De acuerdo a Valencia, la promesa es la parte más importante de toda la festividad del Gran Poder ya que se trata de una demostración de fe de los devotos bailarines antes de la entrada.
“Es una muestra de lo que será la entrada, es un recorrido más pequeño donde los devotos vistieron trajes de gala”, dijo.
Explicó que la promesa significa comprometerse a seguir un camino de fe, de irradiar esta fe en tiempos difíciles. “Sin duda recurrimos siempre a nuestro ‘Tata’ (padre) para pedirle que nos cubra con su manto y nos ayude a salir de los problemas que la vida cotidiana nos presenta. Es un momento de confianza con él, de estrechar lazos con lo divino, por eso se llama religión, porque es el ‘religarse’, es volver a encontrarse con el Creador a través de la autorización” enfatizó.
BAILAR TRES
GESTIONES
“La promesa es el ‘religarse’ con Dios expresado en su hijo, el ‘Tata’ Jesús del Gran Poder, a quien en oración le agradecemos por darnos vida, por la posibilidad de danzar, para él como lo hiciera David (otrora Rey de Israel que derrotó a Goliat), y para que esta ofrenda que le hacemos el día de la promesa y que la haremos el día de la entrada, sea recibida de manera grata por nuestro Dios, a través de quien es el camino, la verdad y la vida como su hijo Jesucristo y ahí encontramos un momento para pedirle en confianza que una vez más nos redima con su bendición, prometiéndole bailar durante tres gestiones para él”, expresó Valencia.
VOZ DE LOS
DANZARINES
La “palla” de la Moseñada, Zánganos de Sopocachi, Elizabet Tambo Morales dijo que lo primordial es bailar por devoción, demostrar la cultura y lo que es la música autóctona. “El Gran Poder es una festividad de devoción y tiene el objetivo de integrar a toda la población de Bolivia”, manifestó.
Katherine Mendoza, señorita Folklore del Gran Poder 2010, aseveró: “estamos en la promesa de nuestro ‘Tatita’ del Gran Poder para bailar durante los tres años y reencontrarnos con él, yo bailo cinco años y lo primordial es rescatar nuestra cultura”.
Elsa Monsón, palla de los caporales Urus, afirmó: “bailo por devoción al Señor Jesús de Gran Poder y me gusta representar todo lo que es la cultura boliviana y que no nos enajenen nuestras danzas”.
DANZA MÁS
ELEGANTE
Las denominadas danzas “pesadas” demostraron, una vez más, el por qué son consideradas como las reinas de la Entrada del Gran Poder, al desplegar una cantidad significativa de fraternos, trajes elegantes, exhibición de lujosas joyas y acompañamiento de las mejores bandas de música del país.
No obstante, danzas como los caporales, diablada, waca waca, tinkus, llamerada; también fueron muy aplaudidas por el público que se dio cita a la “Promesa” del Gran Poder, que comenzó en la calle Antonio Quijarro a las 8:00 horas y concluyó cerca de la Plaza Marcelo Quiroga Santa Cruz, al finalizar la tarde.
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