29 de mayo de 2010

Folklore boliviano se muestra con esplendor en popular fiesta del Gran Poder


Las calles de La Paz (capital) Bolivia, fueron inundadas este sábado con el esplendor del folclore boliviano, en la que participaron más de 30 mil personas durante la popular fiesta del Gran poder, celebración pagano religiosa, camino a convertirse en una de las mayores expresiones culturales de ese país.

El objetivo de la popular fiesta religiosa del Jesús del Gran Poder es desterrar el consumo del alcohol entre sus miles de devotos y cultores. Los bailarines danzaron durante la fiesta en devoción a la deidad.

Cerca de 60 escuelas de danza bailaron por un recorrido de más de seis kilómetros, en el que se calcula que más de 350 mil espectadores estarán disfrutando de 15 horas, que se estima durará la celebración.

La fiesta tiene su origen en un populoso barrio donde hace varias décadas apareció una pintura de Jesús con los brazos abiertos y tres rostros.

Según la tradición, hay que dedicar bailes al Jesús del Gran Poder durante tres años seguidos para que se cumplan los deseos.

Uno de los bailarines folclóricos Eugenio Velásquez, quien encabezó una de las primeras comparsas en horas de la mañana de este sábado dijo que esta festividad tiene "un algo difícil de explicar (Â…) mi deseo es morir bailando en el Gran Poder".

Por otra parte, dos de los bailes que se realizan durante el Gran Poder es la morenada y el caporal en honor a los esclavos negros que trabajaban en las minas de Potosí (sudoeste) y en las plantaciones de coca en La Paz.

La morenada consiste en un baile en el que un total de 14 grupos de mujeres con polleras de vivos colores y hombres con trajes que pueden llegar a pesar más de cinco quilos, armados con ruidosas matracas bailan en recuerdo de los esclavos africanos.

Por su parte, el caporal es un baile que representa a los capataces de haciendas que trabajaban con un sistema de explotación y esclavitud.

Otras de las representaciones folclóricas es la diablada y el tinku. La primera escenifica la lucha entre el bien y el mal, encarnados por el arcángel San Miguel y Lucifer, y que siembra humo y fuego por donde pasa.

El tinku es uno de los bailes más vistosos. Sus enérgicos movimientos, inspirados en un baile guerrero que escenifica un combate cuerpo a cuerpo practicado en el norte del departamento de Potosí, "recluta" muchos jóvenes de la ciudad, y hasta se puede encontrar a extranjeros que se animan a participar de la fiesta.

El Gran Poder, considerado el fenómeno cultural urbano más importante del calendario festivo del país, conjuga ahora, en tiempos de apertura bajo la administración del presidente boliviano, Evo Morales, a todas las clases, grupos étnicos, desde originarios, mestizos y blancos, en una expresión pintoresca inimaginable.

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