Vestida con una pollera de color fucsia, manta de tono turquesa que hacía juego con sus zapatillas, un sombrero negro y un porte elegante, Karen Zúñiga, de 28 años, cargaba en un brazo un bolso de bebé, caminaba apresurada en la avenida Kollasuyo junto a su esposo, Oswaldo Quispe, quien sostenía a Kevin, su pequeño hijo de un año que apenas abría los ojos. “Hijito, despertá, tienes que quedarte con tu abuela”, repetía Oswaldo mientras su pareja le impulsaba a adelantar el paso con mayor velocidad porque, según reiteraba, estaban atrasados para la cita a la que su fraternidad, la morenada Siempre Vacunos, los convocó.
Como ellos, varias personas llegaron con retraso a la concentración de las comparsas que ayer hicieron gala de su atuendo, colorido, alegría y devoción al Señor Jesús del Gran Poder.
Sin embargo, mientras se reunían los fraternos de los grupos participantes, en las calles aledañas a la avenida Bautista, en la zona Garita de Lima, muchos pedían una, dos, tres y hasta más de cuatro cajas de cerveza a las vendedoras para “compartir” y, según decían, para “calentar el cuerpo”.
Rosa Tarqui, de la Morenada Rosas de Viacha, justificó ese hecho. “No debemos tomar mucho (bebidas alcohólicas), porque hay control. Son sólo dos botellitas (de cerveza) por cada fraterno. Es que con unas copitas bailamos más alegres”, comentó, mientras sonreía con picardía y su dentadura reflejaba el brillante oro que cargaban sus dientes.
Al comenzar la Entrada y durante su recorrido, se observó que todas las fraternidades lucían trajes de tonos encendidos: fucsia, turquesa, amarillo, lila, violeta, naranja y verde claro.
Desde el palco, las kullawadas se distinguieron por la transparencia y las mangas sueltas de las blusas que vestían las bailarinas; entre los tinkus predominaron los tonos azules y naranja, y entre los caporales el blanco hizo de las suyas.
En todo el trayecto, las morenadas atrajeron la mirada de los espectadores por las novedades en su vestimenta: en las filas de mujeres destacaron más las mantas de bayeta con detalles sobrepuestos o las de tela brillosa con pequeñas perlas que formaban figuras andinas o flores silvestres. Los bloques de hombres de las comparsas también innovaron en el diseño de las camisas y corbatas. Algunos prefirieron ingresar con camisa de cuello cadete y otros bailaron con corbatones de estilo colonial.
El trac, trac, trac de las matracas hacía eco en las calles cerradas del recorrido, mientras los fraternos, al igual que el público, cantaban al unísono todo lo que se hace en esta vida se paga / si hoy estás feliz riendo / mañana, mañana, la vas a pagar, la canción Todo se paga, del grupo Mara.
También entonaron a viva voz la morenada Soy intocable, del grupo folklórico Aullagas, y repitieron entusiastas el estribillo No me mires, no me mires, no me mires / no me toques, no me toques, no me toques / porque soy intocable, linda morena. La canción se volvió pegajosa y muchos espectadores la repetían. El entusiasmo no se apagó hasta llegar al final de la Entrada (plaza Roosevelt) y la fiesta se prolongó hasta el filo de la madrugada.
Caos en el tráfico vehicular y peatonal
A pesar de que mucha gente dirigió su mirada y sus pasos a la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder, ayer el tráfico vehicular y peatonal fueron un caos en el centro paceño.
Dado que el recorrido de la Entrada tenía que atravesar las principales avenidas de La Paz, mucha gente que debía trasladarse de una zona a otra en vehículo o a pie afrontó varias dificultades. Por un lado, las movilidades estaban trancadas en un embotellamiento de casi cinco cuadras en la calle Potosí, y, por el otro, las filas de los pasos peatonales para cruzar de un frente a otro en la avenida donde se desplazaban las fraternidades, eran de una a cuatro cuadras y avanzaban lentamente. “La Alcaldía tiene que habilitar otras calles para esta Entrada, para que no perjudique”, protestaba una enfermera que se trataba de trasladarse de la calle Murillo hacia el Hospital de Clínicas.
Algunos apuntes
Decomiso: La Dirección de Áreas Protegidas del Viceministerio de Culturas aseguró que se utilizó material artificial en los trajes.
RTP no dejó ingresar a los medios de comunicación al palco porque, según dijo, tenían la transmisión exclusiva.
El Ministerio de Cultura anunció el pasado jueves que la transmisión era libre para cualquier medio de comunicación.
El Vicepresidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos advirtió que los periodistas debían estar acreditados.
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