Un desfile de los colectivos de inmigrantes que nutrieron la historia de Argentina dio color en Buenos Aires a los multitudinarios festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810, que dio paso a la independencia de este país.
A pesar de una pertinaz llovizna que a ratos estallaba en chaparrones, decenas de miles de personas presenciaron el paso de grupos de danza típicos de las colectividades española, italiana, francesa, boliviana y paraguaya, entre otras de las más numerosas del país, convocadas a una "marcha de la integración" social.
Por el gigantesco "Paseo del Bicentenario" inaugurado el viernes en la avenida 9 de julio, en pleno centro de la capital argentina, desfilaron también los representantes de la colectividad alemana, austríaca, colombiana, mexicana, polaca, rusa, sirio-libanesa y armenia, entre muchas otras.
La multitud aplaudió con entusiasmo a todas, incluso a una colorida comparsa de Brasil, acérrimo rival futbolístico de Argentina, cuyos hinchas lo consideran el mayor obstáculo en sus expectativas de ganar el próximo Mundial de Sudáfrica.
Sobre el "Paseo del Bicentenario", de casi un kilómetro de largo, han sido instalados 72 locales de comidas típicas tanto de las provincias argentinas como de las colectividades extranjeras que no dan abasto para atender a la multitud que asiste a los festejos.
Argentina recibió una fuerte corriente de inmigrantes europeos, la mayoría españoles e italianos, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX y se calcula que actualmente acoge a un millón de paraguayos y otros tantos bolivianos radicados en el país desde mediados de los años 60.
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