Ayer, en el Templo histórico de Loreto, en la ciudad italiana de Bérgamo, cientos de bolivianos residentes en Italia respondieron a la convocatoria hecha por la Ministra de Culturas Zulma Yugar, de organizar una muestra pública de la danza de los Caporales, en defensa del patrimonio folklórico boliviano. Evento repetido simultáneamente en varias ciudades del mundo.
Como era previsto exactamente a las 12 del medio día – hora boliviana – los danzarines del Grupo Cultural Folklórico Bolivia, Sangre Andina y del grupo A.B.I. de Milán, iniciaron la danza al ritmo de las zamponas, quenas y charangos.
Blanca de Valenzuela, esposa del reconocidísimo Chask’a Valenzuela, explico a los presentes – muchos de ellos italianos – la simbología y el sentido que encierra esta danza originalmente boliviana, recordando que fue el advenimiento de los esclavos africanos a las minas de plata y el maltrato que sufrían a manos de los capataces o “caporales”.
Por su parte Waira Koller Claure, representante del grupo Caporales Sangre Andina, denuncio que solo en este mes, recibió dos invitaciones de asociaciones peruanas para participar de festivales de danzas folklóricas “andinas”, donde precisamente los mismos peruanos estarían presentando danzas bolivianas como el tinku o el caporal sin reconocer la autenticidad de las mismas.
“La usurpación de nuestras danzas es un hecho real y cotidiano en el exterior” expreso Clara Torres, representante del Grupo Cultural Folklórico Bolivia, haciendo énfasis en otro festival de danzas convocado por peruanos residentes en Módena Italia, quienes ya sin el menor cuidado presentan nuestras danzas sin reconocer su origen.
La periodista italiana del periódico bergamasco L’Eco di Bergamo, Laura Arnoldi, reconoció la intención boliviana de defender su folklore, como autentico derecho que tiene cada pueblo.
Como era previsto exactamente a las 12 del medio día – hora boliviana – los danzarines del Grupo Cultural Folklórico Bolivia, Sangre Andina y del grupo A.B.I. de Milán, iniciaron la danza al ritmo de las zamponas, quenas y charangos.
Blanca de Valenzuela, esposa del reconocidísimo Chask’a Valenzuela, explico a los presentes – muchos de ellos italianos – la simbología y el sentido que encierra esta danza originalmente boliviana, recordando que fue el advenimiento de los esclavos africanos a las minas de plata y el maltrato que sufrían a manos de los capataces o “caporales”.
Por su parte Waira Koller Claure, representante del grupo Caporales Sangre Andina, denuncio que solo en este mes, recibió dos invitaciones de asociaciones peruanas para participar de festivales de danzas folklóricas “andinas”, donde precisamente los mismos peruanos estarían presentando danzas bolivianas como el tinku o el caporal sin reconocer la autenticidad de las mismas.
“La usurpación de nuestras danzas es un hecho real y cotidiano en el exterior” expreso Clara Torres, representante del Grupo Cultural Folklórico Bolivia, haciendo énfasis en otro festival de danzas convocado por peruanos residentes en Módena Italia, quienes ya sin el menor cuidado presentan nuestras danzas sin reconocer su origen.
La periodista italiana del periódico bergamasco L’Eco di Bergamo, Laura Arnoldi, reconoció la intención boliviana de defender su folklore, como autentico derecho que tiene cada pueblo.
“Por ejemplo si Francia u otro país europeo reclamara la originalidad de la Pizza, los italianos actuaríamos enérgicamente para defender nuestro patrimonio”, aseguró Arnoldi.
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