Después de largos años haciendo el mismo recorrido, el comité organizador de la fiesta de San Roque respondió al insistente pedido de los vecinos del barrio Las Panosas, quienes solicitaron la ampliación de la ruta de los peregrinos, pasando así el Santo por la capilla Tercera Orden Franciscana.
En realidad, este pedido venia siendo ignorado desde hace tres años, los vecinos del barrio Las Panosas creyeron que este año su solicitud iba tener el mismo resultado que los anteriores, pero grata fue la sorpresa de los vecinos, al oír el sonar de las flechas que portan los promesantes, también denominados “Chunchos” anunciando la llegada del Patrono San Roque. El regocijo y emoción de los vecinos del barrio se dejó notar, algunos hasta dejaron caer lágrimas, otros decidieron acompañar la procesión que poco a poco avanzaba hasta llegar a la capilla.
Los vecinos cuentan que esto es algo histórico para su barrio, por que alguna vez éste también fue el deseo de sus abuelos o seres queridos que lamentablemente ya no los acompañan y asimismo les causa mucha pena no poder haber compartido este momento emotivo con sus familiares, que por diferentes motivos no se encuentran en la ciudad.
Además exhortaron que lo que sucedió este año, se repita el próximo. Los jóvenes promesantes comentaron que haber ampliado su recorrido no es malo, más bien que arrastrará algo positivo en ese barrio ya que todos salieron de sus casas para verlos. La visita de San Roque fue un regalo para muchos ancianos que dicen haber cumplido uno de sus anhelos más grandes, antes de partir en su último viaje, “quién dice que San Roque se olvidó de nosotros” mencionó uno de ellos con lágrimas que empañaban su tierna y cansada mirada, “es una mezcla de emociones, no se lo que siento, no puedo explicar este sentimiento, sólo sé que será un recuerdo sublime que perdurará en lo que me resta vivir” señaló una mujer adulta mayor que se encontraba parada en la puerta de su domicilio. Muchos fueron los comentarios vertidos en tan majestuoso día que vivió el barrio Las Panosas. Lo más rescatable fue la participación de todos los vecinos que sin importar cómo estaban vestidos o si se encontraban arreglados, salieron de sus casas y presenciaron el paso de los “Chunchos“, ciertamente ese día quedará grabado para siempre en la memoria de todos los vecinos de esa zon
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