Cientos de devotos participaron de la festividad en Pazña dedicada al Señor del Gran Poder, realizada del 13 al 16 de septiembre, con un matiz y características propias de esa región andina.
Elsa Alandia Atahuichy, devota del Señor del Gran Poder, quien participó también de esa celebración, indicó que durante los cuatro días desarrollaron una serie de actividades festivas y religiosas, que fueron acompañadas de costumbres bastante arraigadas de esa población.
Indicó que la festividad se remonta a los años 20, pero la fe y devoción de los oriundos de Pazña y de feligreses de otras latitudes del país, se encuentran inalterables, pese a la modernidad de esta época.
Existen dos versiones respecto a la aparición del rostro de Jesús una que indica que fue el año 1927, y la otra señala que dos niños, Elías y Juvenal Carballo descubren en 1928 una mancha con apariencia de un rostro en un farallón de piedra del cerro torrejaque, frente al pueblo de Pazña. Entonces uno de los niños intenta desportillar la parte del ojo, pero no logra su propósito.
La tradición cuenta que al poco tiempo éste niño enfermó y murió.
Se cuenta que la imagen también le apareció en sueños al señor Higinio Heredia con el mensaje: “Haz mi casa y te llamaré a mi casa”, de esa manera se gestionó la construcción de un templo en el mismo sitio de la imagen.
La primera fiesta al Señor del Gran Poder de Pazña la celebró Rosa Pinto en 1939, y desde entonces hasta ahora muchas personas han sido pasantes de la fiesta, manteniendo la tradición que pasa de generación en generación, con un entusiasmo y euforia latente en las generaciones jóvenes que preservan y dan vida a esta costumbre religiosa y folklórica.
“Cabe resaltar que la membrecía de las diferentes unidades educativas, rinden su homenaje y devoción al Niño Jesús del Gran Poder, siendo una característica que los pasantes de estos conjuntos sean niños, niñas y adolescentes”, manifestó Alandia.
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