El Diario
• En su declaración, el acusado afirmó que este instrumento proviene de sus antecesores y que es conservado de “generación en generación”.
El fin de semana fue realizada la imputación a un bailarín de la morenada Central Cocanis de Oruro, quien danzaba por las calles de La Paz con un caparazón de quirquincho en su matraca, incumpliendo leyes ambientales vigentes.
Juan Calisaya fue aprehendido en la intersección de las calles Colón y Potosí mientras realizaba junto a su fraternidad una demostración de su danza y se comprobó el uso de partes del cuerpo de un quirquincho (armadillo).
EJECUCIÓN
El hecho fue ejecutado por funcionarios de la UTOP y representantes de la Fundación Flamencos, quienes de manera desinteresada llevan el seguimiento a este tipo de delitos ambientales.
Pablo Leytón, representante de dicha fundación, expresó a EL DIARIO que esta fraternidad cuenta con antecedentes del carnaval de Oruro, donde se decomisaron a sus integrantes numerosas prendas que, faltando a la ley, eran trabajadas con partes de animales en peligro de extinción.
LEYES VIGENTES
Felipe Rodríguez Álvarez, fiscal de materia de la división Personas, manifestó que este delito viola la Ley 1333 de Medio Ambiente y el artículo 23 de la Constitución Política del Estado, que prohíben la matanza, cacería y posesión de estos animales en peligro de extinción.
Agregó que el bailarín fue aprehendido por la tenencia de este caparazón de quirquincho y llevado ante el juez el pasado sábado, quien ordenó su libertad y la continuación de la investigación.
Por su parte, Martín de la Quintana, abogado de la Fundación Flamencos, informó que “este proceso sobre el danzante continuará debiendo llegar a juicio dentro de aproximadamente 45 días”.
ACUSACIÓN
Callisaya es acusado de ser el autor directo del delito de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, porque el quirquincho es una especie animal protegida por encontrarse en peligro de extinción.
La fiscalía solicita la detención preventiva del imputado, quien aseguró residir en la ciudad de Oruro, porque considera que éste tiene facilidad para darse a la fuga con el objeto de eludir la acción de la justicia.
Callisaya dijo en su declaración informativa que “llegó a bailar a La Paz con una delegación a una exposición en la Cancillería y que la matraca de la morenada que llevaba consigo la tendría desde sus antecesores de, ‘generación en generación’.
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