Fueron dos días de folklore para todos los gustos.
Al llegar a su versión 25, la de las “Bodas de Plata” —y que coincide con el bicentenario de la gesta libertaria del 10 de Noviembre de 1810—, las entradas folklóricas de los Ch’utillos ratificaron su vocación integracionista.
El día sábado se pudo apreciar la riqueza autóctona de las provincias de Potosí mientras que el domingo se vivió una fiesta de luz y colores con las denominadas danzas nacionales.
Danzas de todo el país se apreciaron ayer ya que a las fraternidades de la ciudad se sumaron invitados de Sucre, Cochabamba y Tarija.
Por dos días, Potosí fue el crisol de la nacionalidad, de una patria cuya unidad es puesta a prueba con leyes que separan en vez de hermanar.
En la foto se ve a dos bailarines de la fraternidad Tobas del colegio Calero, una de las más espectaculares.
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