19 de febrero de 2011

Los ensayos se intensifican en Oruro al compás de las bandas

Una de estas bandas es la Real Imperial. Durante la mañana del domingo pasado, como hará mañana, ha tocado para un grupo de jóvenes caporales que han desfilado por la avenida 6 de Agosto, hasta un colegio sede del grupo de bailarines. Su presidente, Juan René Wilcarani, asegura que es “la única banda que toca con tres grupos diferentes”. Han desfilado siete músicos con  trompetas, trombón, bombo, tambor y platillos, pero realmente son 100 los componentes de esta banda que tiene más de un cuarto de siglo de vida. En todo este tiempo no han faltado a su cita con el Carnaval: “Cada año es el mejor. En Oruro hay más alegría que en otras ciudades donde se celebra esta fiesta. Llego a la terminal y sólo recuerdo ese momento. El resto es un sueño”, asegura el Presidente de esta banda, que también participa en la fiesta del Gran Poder, en las celebraciones de Arequipa y en otros festejos más allá de las fronteras bolivianas.
A las 2 de la tarde, los músicos se concentran en la 6 de Agosto. A la sombra, pues el sol luce fuerte en un cielo sin nubes, la banda Proyección Oruro se refresca con unas cervezas mientras una de las comparsas de morenada les anima a que comiencen a tocar. No se hacen de rogar: empieza a sonar la música mientras los bailarines van saliendo de un local y algunos se dejan llevar por el ritmo. Incluso los músicos bailan al compás de la música. Es que ésta es una banda compuesta por jóvenes de entre 17 y 28 años, resalta Ronald Choque, el mayor de ellos. El 2009 se fundó el conjunto que se compone de un centenar de músicos orureños, profesionales y con trayectoria pese a su edad, destaca Ronald. “Hemos tocado en Santa Cruz, en Urkupiña durante las fiestas de agosto y en el Gran Poder paceño. También hemos salido al exterior: a Perú y Argentina”, explica. En el Carnaval orureño han acompañado a la Diablada Ferroviaria y a la Morenada Enaf. Y todo ello durante los dos años de vida que tiene Proyección Oruro, cuyas piezas preferidas son las morenadas aunque también la salsa, que tocan para amenizar festejos.

Pasacalle. La joven banda deja de tocar y vuelve a las cervezas. Al frente descansa otro de los grupos de músicos que aguardan a que dé comienzo el pasacalle: son componentes de la banda Pagador de Oruro. Con 48 años de trayectoria, es uno de los conjuntos musicales veteranos del Carnaval y también uno de los más numerosos: 180 músicos, de entre 8 y 75 años, de los que sólo una es mujer. “Es nuestra platillera”, explica Bladimir Gonzales, uno de los veteranos de la banda. “Se llama Ana María y ahora se encuentra en Miami, pero vendrá para el Carnaval”, puntualiza. No es la única que no se encuentra en los ensayos. “Somos unos 50 o 60 músicos, dependiendo de lo que pida la comparsa”, explica Bladimir. Pagador ha puesto música a los pasos de baile de la Fraternidad Morenada Central y a la Morenada Cocanis en los festejos orureños pero, además, ha participado en las fiestas de Cochabamba y del Gran Poder. También ha viajado a Argentina, Brasil, Chile,  Venezuela y Perú. Fue en este país donde vivieron una de las anécdotas que recuerda riendo Bladimir: “Bailan la morenada con vestimenta de diablada y viceversa”.
Cuando la Proyección para de tocar, es el turno de la Real Imperial. El número de músicos de esta banda se ha multiplicado. Ahora se suman a este ensayo dos componentes mujeres: una flautista y una saxofonista. Cuando las agujas del reloj se acercan a las dos y media de la tarde, los bailarines llaman a esta banda para que encabece el desfile.
La mitad de la avenida está cortada para este ensayo y permanecerá así durante varias horas, ya que a partir de las 4 de la tarde conjuntos de bailarines acompañados por otras bandas se unen al desfile. Hay gente observando el pasacalle, aunque se trate tan sólo de una prueba de lo que realmente sucederá dentro de unos días. Entonces, los que desfilan en los ensayos cambiarán sus sencillos atuendos de pantalón y sombrero negro y camisa blanca, o pantalón y camisa roja, por espectaculares vestimentas diablescas, trajes de morenos, caporales...

Bailarines y matracas al compás
Un grupo de hombres y mujeres se anima y baila delante de los músicos. Encabezando a la primera banda va un tamborilero. El instrumento y las baquetas llevan, en tonos brillantes, los colores de la bandera boliviana. El resto de bailadores de morenada van sumándose al desfile, al que se van incorporando el resto de bandas. Algunos bailarines llevan matracas hechas con quirquinchos, algo prohibido, y los bailarines responden que las suyas están hechas antes de la norma.

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