Nominado el 2001 como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidades (ONU), el carnaval de Oruro es una de las mayores expresiones culturales de Bolivia que congrega a más de 100 mil bailarines. Visitantes de todo el mundo llegan para deleitarse con las danzas pero también con las bandas que compiten por ser las mejores.
Ritmo contagiante. La diablada, morenada, los caporales, los tinkus y los tobas son las danzas más ovacionadas. El contagiante ritmo logra incluso que el más apático baile en las graderías.
En total son 18 las danzas oficiales de este carnaval que representan tanto al altiplano, los valles y los llanos orientales, entre los que se puede mencionar al phujllay, la llamerada, los potolos, doctorcitos y los incas, entre otros.
Turistas. El 2010 llegaron a Oruro cerca de 30 mil turistas desde Asia, Europa, Norte y Sud América y no sólo para observar el paso de las fraternidades. Algunos visitantes bailan y otros incluso se animan a tocar en las “poderosas” bandas orureñas que le ponen el ritmo al sábado de la entrada y el domingo de carnaval.
Sin duda que por la cercanía, a esta fiesta acude gran cantidad de personas desde La Paz y Cochabamba, pero también hay visitantes de Santa Cruz, Tarija y Potosí que también bailan e incluso tienen sus propios bloques regionales.
Transporte. Los visitantes nacionales tienen que tomar algunos recaudos para llegar. La gran entrada se iniciará el día sábado 5 de marzo desde muy temprano, por lo que los visitantes deben estar por lo menos un día antes.
El 2010 el costo de los pasajes, desde Santa Cruz variaba pero en promedio era 120 bolivianos. Desde La Paz y Cochabamba entre 50 y 70 bolivianos y no existen reservas días previos.
Hospedaje. No existen muchos hoteles y los que hay, están reservados para los extranjeros y bailarines con un costo entre los 50 y 70 dólares la noche. Existen alojamientos y residenciales con precios a partir de los 20 dólares. Una alternativa son las casas de particulares que dependiendo de la comodidad ofrecen hospedaje entre los 50 y 100 bolivianos por noche para cada persona.
El Alba. El domingo por la madrugada las bandas, bailarines y visitantes se concentran fuera de la iglesia del Socavón. Cuando llegan los primeros rayos del sol, los músicos comienzan a tocar sus instrumentos, los bailarines danzan y los visitantes levantan las manos saludando a la virgen.
Para los orureños es un momento mágico “porque se recibe energía”.
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