Un equipo de técnicos del Ministerio de Culturas preparó un proyecto de Decreto Supremo para declarar Patrimonio Nacional, Cultural e Intangible del Estado Plurinacional de Bolivia a la danza de la diablada.
Página Siete accedió al documento que señala en su artículo primero: “Declarar patrimonio nacional, cultural e intangible del Estado plurinacional de Bolivia, la danza de la diablada, su música y su vestimenta”.
En el segundo artículo manifiesta: “El Ministerio de Culturas, los gobiernos autónomos departamentales, gobiernos municipales y las representaciones de la sociedad civil, quedan encargados de la realización de acciones y actividades de difusión del presente decreto”.
La ministra de Culturas, Elizabeth Salguero, no descartó ni afirmó tal intención, pero insistió en que la danza de la diablada ya está registrada en la Unesco como parte del acervo cultural boliviano.
“El arnaval de Oruro ha sido declarado como patrimonio por la Unesco en 2001 y eso implica que sus 18 danzas, máscaras y trajes ya están registrados”, explicó. Recalcó que se trabajará en politícas públicas para proteger y promocionar a través del turismo la danza de la diablada.
En el proyecto del decreto también se detallan todas las referencias históricas de la diablada y se explica que se originó en la Colonia, como una representación de la lucha entre el bien y el mal, y que se consolidó ya en la época republicana, como danza tradicional del departamento de Oruro.
Se tiene como antecedentes de la diablada a las comunidades de los urus, muratos-capillus y chipayas que adoraban al dios del bien y del mal: el Tiw, protector de los urus en minas, lagos y ríos, y que como consecuencia de la adoración nació la danza de los diablos y poco a poco se creó el culto al Tío de la Mina, protector de los mineros
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