Los trajes que lucen tanto a las reinas del Carnaval cruceño como de sus provincias son producto de creativas y emprendedoras mujeres que trabajan en la calle Ballivián en el centro de Santa Cruz.
Todos los años, cuando sólo faltan pocas semanas para revivir uno de los hechos festivos más importantes que se celebran en el país, como es el carnaval, las reinas de las comparsas empiezan a elegir el diseño del traje y quién lo confeccionará.
En la ciudad de Santa Cruz, una de las calles más concurridas para lograr este objetivo es la calle Ballivián, conocida porque a esta ruta concurren miles de comparseros buscando el mejor atuendo para “saltar” en Carnaval o de hermosas mujeres que caminan observando atentas las más de 50 tiendas de confección, ubicada a lo largo de las veredas en esta tradicional calle cruceña.
La experiencia cuenta a la hora de elegir; pues hay modistas aquellas que empezaron en el oficio en el siglo pasado. Una de ellas es Helen Cuéllar que abrió su taller hace 25 años. Hoy, Creaciones Cuéllar no necesita presentación para los comparseros.
Sobre la puerta de ingreso, un vistoso cartel presenta a Creaciones Alina. La dueña de este local es Alina Cuéllar. Ella trabaja hace poco en la confección de trajes para reinas del carnaval, “ésta es mi fuente de trabajo, hace cuatro años que estoy trabajando vistiendo tanto a reinas de Santa Cruz, como a la reinas de las diferentes provincias”, indica.
Las reinas de comparsas de San José de Chiquitos, Camiri, Vallegrande son algunas de las clientes de Alina Cuéllar. Cuando empezó con este emprendimiento generaba trabajo para dos personas, ahora precisa de unas seis costureras, y bordadoras. “Ya me conocen, así que vienen a buscarme todos los años para hacerse nuevos trajes y disfraces”.
Una de las razones por la que son requeridos los diseños de Alina es porque siempre está innovando; “lo que pasa es que cada año sacamos novedades para el traje de reina”. Cada comparsa que participa del carnaval tiene un tema diferente para su presentación. Este año, las plumas, las flores, el carretón, la tinaja, los cristales son añadidos a los delicados trajes, representando algo típico como el “Jardín cruceño” o una alegoría como la “Lunita camba”.
Este Carnaval vestirá a 10 reinas. La confección puede llevar varias semanas, puesto que los detalles deben acabarse con minuciosidad. La elaboración se realiza a mano, lo que hace que el precio de cada uno de estos trajes oscile entre los 400 y 1.000 los dólares.
Aunque le hubiera gustado estudiar la Carrera de Arquitectura, ella es una apasionada de su trabajo porque asegura que se requiere mucha creatividad a la hora de diseñar un nuevo traje.
A la conclusión del Carnaval 2011, en la calle Ballivián, el trabajo no desaparece porque las modistas se dedican a la confección de trajes de novia y de quinceañeras. El rubro de la costura no tiene cifras específicas pero es generadora de empleo femenino.
A 36 grados de temperatura y con el ventilador descompuesto, Alina Cuéllar queda trabajando junto a su joven ayudante. “Cuando alguien quiere traje viene a la Ballivián; aquí los esperamos”, es la promesa con la que se despide.
Ballivián, una ruta tradicional
La calle Ballivián está situada en el centro de la ciudad de Santa Cruz, dentro del primer anillo y detrás de la plaza principal. A lo largo de sus veredas se lucen los trajes que se confeccionan en las tiendas y talleres de expertas costureras de trajes de reinas.
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