6 de marzo de 2011

Cochabamba Carnaval, entre ritual andino y hábito urbano

Los rituales de antaño y los festejos de ahora… En la época de Carnaval, estas formas culturales nunca tuvieron un carácter rígido: su transformación, su olvido temporal y hasta su recuperación son parte de la cultura viva que alimentan las costumbres carnavaleras, especialmente en el valle cochabambino.

Las tradiciones religiosas –y no sólo católicas– siempre estuvieron detrás de toda esta festividad que tiene, además, un espíritu universal. En el caso de Bolivia, las formas culturales ricas en su diversidad tienen en cada región un estilo propio y, por lo tanto, una transformación diferente a lo largo de los años.

El Carnaval, ¿quién inventaría? Respuesta complicada si lo que se busca es una fecha exacta. Sin embargo, de lo que sí se tienen datos es de las múltiples variaciones y las diferentes transformaciones de los festejos a lo largo de los años.

Especialmente en el valle, según Wilfredo Camacho y Melvy Mojica –quienes trabajan desde hace varios años en el estudio de las costumbres cochabambinas–, las tradiciones tanto rurales como citadinas han sido afectadas positiva y negativamente.
En las provincias, por ejemplo y a pesar de lo que se creería, hasta hace muy pocos años, las tradiciones estaban casi por completo olvidadas y, más bien, las costumbres citadinas estaban invadiendo el carácter festivo de los días de Carnaval.

“Lo que antes se hacía en las diferentes provincias de Cochabamba en torno a la Pukara (que es una especie accesorio donde se cuelgan los elementos relativos al festejo) ya se estaba perdiendo. Incluso en algunos lugares se habían olvidado de esa tradición”, señala Camacho.

Pukara es el símbolo de la abundancia y en torno a esa concepción se hacen los festejos entre los meses de febrero y marzo, que es cuando “estamos en el tiempo húmedo, porque llueve copiosamente, y las comunidades se reunían haciendo una celebración mística y ritual para que los frutos que se cosechen entre abril y mayo tengan un feliz término”, dice Wilfredo Camacho.

Se trata de una fiesta de todo aquello que se va a cosechar y su principal particularidad es la presencia de la ritualidad, la música y la poesía. “Es la aparición de las coplas, en las que se destaca la belleza de la mujer, del hombre y de la naturaleza”.

Para Camacho, la tradición más profunda y fuerte que se tiene en los valles es ese espíritu de reciprocidad en el que se da un agradecimiento a la madre tierra con aquellos primeros frutos que se están cultivando antes de ser cosechados.

Separación colonial

Con la llegada de la cultura occidental, en la época de la Colonia, esta tradición de ritualidad religiosa, profundamente arraigada en los habitantes de esta región, se transforma en lo que se denomina “carnestolendas”.

Y es en ese momento que se pone de manifiesto el fraccionamiento entre indígenas y terratenientes, “quienes al ser dueños de grandes extensiones de tierras relegan a los campesinos hacia sus comunidades para poder festejar solos y tranquilos”.
Cuando los festejos de los terratenientes concluían, se iniciaban los del área rural, con sus estéticas particulares, “especialmente dirigidos a los rituales de agradecimiento y reciprocidad”.

Muchos años después, con la llegada del siglo XX y de manera más fuerte en los años 70, los carnavales del área rural empiezan a insertarse en la ciudad dando paso a una fusión de costumbres que combinan lo religioso, lo ritual y el divertimento.

Según Camacho, la costumbre de ch’allar es un aporte netamente indígena.

La ofrenda ritual del martes

En torno al Carnaval gira de manera inevitable la presencia ritual y religiosa a través de una ofrenda, denominada ch’allaku, a la madre tierra.

Es un aspecto que procede de las costumbres ancestrales vinculadas a la época de lluvias y el inicio de las cosechas.

En la ciudad, principalmente en los mercados de la zona sur, la fila de comerciantes que venden los elementos rituales de la ch’alla se extiende a lo largo de dos cuadras.

Según Melvy Mojica, investigadora de las tradiciones cochabambinas, los elementos principales y tradicionales para armar la mesa de ch’alla son la q’oa, la coca, el cebo de llama y las flores recién cosechadas.

“Ahora se ponen muchas cosas en la q’oa, pero lo más importante eran aquellas flores de lo que se está a punto de cosechar como la papa y el maíz”.

Una de las vendedoras del mercado La Pampa ofrece, por ejemplo, misterios, dulces, confites, incienso, tabaco, coca, q’oa, wayrurus y jazmines, entre otros.

“Actualmente se hace la q’oa para pedir, para que te dé buena suerte, pero en realidad es un acto de agradecimiento, de invitar a la tierra lo que uno va a comer”, señala Mojica.

LOS FESTEJOS

El Carnaval 2011 se extenderá hasta el 3 de abril con 18 actividades, según el programa de la Alcaldía Municipal de Cercado, que abarca 13 distritos y seis comunas.

Mesas rituales

El uso de mesas rituales de celebración para el martes de Carnaval es uno de los momentos más espirituales de este festejo.

La idea fundamental está en agradecer a la madre tierra por todo lo que nos dará durante el año. Actualmente también se hacen mesas rituales para pedir cosas y protección contra malos augurios.

Carnaval para niños

El domingo 6 de marzo, los niños de todos los sectores de la ciudad podrán participar del Corso Infantil, que se realizará en la avenida San Martín y la Ballivián.

Festejo en comunas

En los distritos de Cercado se realizarán actividades para celebrar el Carnaval.

Para el domingo 13 de marzo se tiene programada la entrada de comparsas en la avenida H. Asin de la comuna Valle Hermoso.


Ese domingo en las comunas Itocta y Tunari también se efectuarán las tradicionales carnestolendas.


El Carnaval de la juventud tendrá lugar en la avenida Víctor Ustariz el sábado 19 de marzo a partir del mediodía.
El domingo 20 de marzo se realizarán los takipayanakus en el retén del parque Tunari.


Durante esa jornada en la plaza de El Pueblito se realizará la feria de las tradiciones carnavaleras.


El Carnaval de la zona sud se realizará, luego del Corso de Corsos, el domingo 27 de marzo en la avenida Panamericana y 6 de Agosto.

Cacharpayas

El domingo 13 de marzo en la comuna Valle Hermoso se efectuará la primera cacharpaya en la avenida Suecia a partir de las 13:00. La segunda cacharpaya será el domingo 20 de marzo en la avenida Guayacán en la misma comuna.


La última cacharpaya, con la cual finalizarán las actividades del Carnaval, se efectuará el domingo 3 de abril en la avenida Siglo XX, comuna Alejo Calatayud.

Comidas tradicionales

El domingo 6 de marzo se efectuará la Feria de la Gastronomía Criolla en el parque Excombatientes.

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