El Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad tiene diferentes facetas, muchas de ellas muy conocidas y otras se las vive con intensidad, pero muy poco se escribe de ellas.
Una de esas actividades que es central en la Obra Maestra, es el Alba, aunque con el paso de los años, la esencia verdadera de dicho acontecimiento se va perdiendo.
Si bien no existe un año preciso acerca de su inicio, sabemos que el saludo a la Virgen del Socavón a través del Alba data de más de un siglo.
El Alba, conocida también como el saludo a la Virgen del Socavón con los primeros rayos del sol del Domingo de Carnaval, reúne no solo a danzarines, sino también a propios y extraños que visitan Oruro, la enamorada del gringo y del gitano.
EL ALBA
Según Marcelo Lara Barrientos, en su artículo "El proceso festivo del Carnaval de Oruro" del libro "El Carnaval de Oruro IV (aproximaciones)", señala que el Alba se inicia concluida la entrada del Sábado de Peregrinación a la Virgen del Socavón y a primeras horas del domingo siguiente.
En las afueras del Santuario de la Virgen del Socavón hace presencia una enorme muchedumbre, que reúne a todos aquellos que aún quedan en pie para seguir bebiendo y bailando hasta que salgan los primeros rayos del sol, se trata del Alba, otro acontecimiento característico del proceso festivo del Carnaval de Oruro.
Ante un marco musical generado por las bandas de música que participan en el Carnaval e interpretan diferentes morenadas al mismo tiempo, la gente se mezcla y baila casi sin descanso, ya que cuando lo hace es para beber unos ponches bien calientes y de esa manera resistir el frío que la madrugada impone.
Lo que propone Lara es el resumen de lo que acontece en el Alba.
SALUDO
Sin embargo, ¿qué es lo que se veía en otrora en el Alba? Podemos afirmar y con certeza que de acuerdo a la transmisión oral, los conjuntos folklóricos que participan en el Carnaval al mando de sus cofradías o pasantes, convocaban a los danzarines y bandas de música a las 04:00 horas del Domingo de Carnaval.
Una vez reunidos en el atrio del Santuario de la Virgen del Socavón, los músicos se acomodaban en las gradas de acuerdo a su llegada. Las que madrugaban tenían los mejores lugares y antes se podían observar a más de una decena de bandas de música que tocaban al "contrapunteo" desde la hora señalada hasta casi las 08:00 horas.
Mientras tanto, los danzarines mezclados con los locales y visitantes de todas las partes del mundo, aún comparten, ahora menos que antes, inolvidables momentos a través de los melódicos sones de la morenada, que en realidad es la reina de este saludo.
Las personas que visitan el Alba, suelen cantar al unísono las mejores canciones del Carnaval de Oruro y que identifican a las instituciones folklóricas, en medio del baile y los cánticos, no faltan las bebidas espirituosas, que elevan aún más, la autoestima y el espíritu festivo.
Mientras aquello acontecía, las señoras de las cofradías o pasantes de los distintos conjuntos folklóricos, principalmente morenadas, se encargaban de convidar o invitar a los asistentes al Alba, el tradicional K’alaphari, que consiste en una lagua, que en algunas ocasiones se lo servía en platos de loza o barro con una piedra muy caliente en el centro.
ASTRO REY
El momento principal del Alba es cuando los primeros rayos del astro rey salen desde el Este con dirección al Santuario de la Virgen del Socavón. Allí los fieles elevan sus manos al cielo y las palmas con vista a los primeros rayos del sol, para llenarse de la energía que brinda.
Es ese instante mágico, porque no solo uno se envuelve con esa energía, sino que también se hacen una serie de intenciones que son bendecidas por la Patrona de los mineros.
Posteriormente, las bandas de música continúan interpretando las melodías contagiosas de la Obra Maestra, hasta casi las 08:00 horas.
Antes se tenía la costumbre de que las bandas de música salían del atrio del Santuario de la Virgen del Socavón, abriéndose paso entre la muchedumbre, para tomar la calle Junín e ir bailando con los danzarines hasta su sede social, donde los pasantes ofrecían un ágape.
Pero, esa tradición se perdió por completo y hoy son pocas las bandas de música las que participan en el Alba, ya no hay el K’alaphari de los pasantes y menos el ágape en las sedes sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario