El espíritu del Carnaval 2011 murió. Por ello, vecinos de diferentes barrios de Santa Cruz ‘enterraron’ ayer la fiesta con el tradicional domingo de Carnavalito.
Cuando ya se inició el periodo de Cuaresma, temporada para la reflexión espiritual en la comunidad católica, los carnavaleros aprovecharon la ocasión para arrancarle las últimas horas al ‘festejo de la carne’ con música, bebida y churrasco.
Elfio Ayala (73), presidente de la comparsa Gringo Encinas, del barrio El Trompillo, aseguró que Carnavalito es algo necesario para marcar el fin a las fiestas. “Por eso se bebe, se come y se sepulta a un muñeco que representa los excesos del Carnaval”, manifestó mientras confraternizaba con otra comparsa del barrio, Los Aguilillos. “Vamos a enterrar al monigote en el cementerio El Pajonal”, comentó Arturo Aranbell (63), presidente de Los Aguilillos.
Desde hace 43 años ellos mantienen la tradición de celebrar el Carnavalito.
La fraternidad Kuimba’e (en guaraní significa hombre fuerte), del barrio Convifag (cuarto anillo y av. Tres Pasos al Frente), hizo lo propio en su primer año. “Venimos desde Camiri y es el primer año que carnavaleamos en Santa Cruz”, explicó Édgar Sánchez, presidente del grupo de amigos.
Donde se ha pegado bastante bien la fiesta del cierre del Carnaval es en el barrio La Pascana, de la Pampa de la Isla, donde se pudo ver en varios puntos a comparsas en los trajines del entierro. Los Bacanes y Los Pascaneros son dos agrupaciones de la zona que también honraron la ocasión.
“Así como hemos pecado en Carnaval, ahora viene el tiempo del arrepentimiento”, dijo Lourdes Padilla, presidenta de Los Bacanes, en medio de la mojazón y la fiesta de su comparsa.
El entierro
- Rito. Sucede al final del domingo de Carnavalito, en el que se sepulta un muñeco que exhibe sus genitales y por el que lloran las mujeres. Esto práctica se da al final de la tarde para despedir el Carnaval hasta el próximo año, luego de haberlo expuesto en el vecindario en una suerte de cortejo fúnebre.
- Significado. La mayoría de los carnavaleros ve en el entierro una representación simbólica de que se está despidiendo el alma del Carnaval.
- Bromas. Los comparseros juegan con el muñeco y los varones se disfrazan de mujeres para bromear y provocar reacciones.
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