Según los organizadores del Carnaval, el número de asistentes es cada vez más año que pasa.
La declaración de la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad ha hecho que la fiesta sea más conocida en todo el mundo, por lo que extranjeros de países alejados como Israel, China, Australia, entre otros no dudan en cruzar el Atlántico para llegar hasta Oruro y disfrutar de dos días de intenso folklore.
El gran ausente de la fiesta, este año, fue el presidente Evo Morales, quien suspendió su participación, ayer al mediodía, por la muerte del piloto presidencial General de Brigada Germán Valenzuela Lemaitre.
Para Oruro, el Carnaval es la fiesta más importante, no sólo por la entrada folklórica sino por el gran movimiento económico que representa la llegada de miles de miles de turistas.
Todos los hoteles son llenos, por lo que familias orureñas habilitan sus hogares para acoger a los visitantes, que quedan encantados con la muestra folklórica.
Asimismo, hay personas que montan salones de belleza improvisados al inicio del recorrido para realizar algunos arreglos a los danzarines.
Por otra parte, cientos de personas se dedican a vender globos con agua y espumas con las que los visitantes juegan y se divierten, desatando a momentos una “guerra” de globos.
Así como otros años, policías y militares, que también llegaron de otros departamentos, brindaron seguridad tanto a los bailarines como a los visitantes a lo largo del recorrido.
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