Las siete morenadas que participan en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, al son de las matracas hicieron cantar y bailar al público asentado en las graderías construidas a lo largo de la Ruta del Carnaval de Oruro.
De esta manera se vivió el Corso del Domingo de Carnaval, donde la Morenada Zona Norte, Fraternidad Morenada Central de Oruro, Morenada Central Fundada por la Comunidad Cocani, Conjunto Morenada Mejillones, Fraternidad Reyes Morenos Ferrari Ghezzi, Fraternidad Cultural Reyes Morenos Comibol, Fraternidad Morenada Metalúrgica ENAF, impactaron a propios y extraños.
Según investigaciones realizadas sobre el origen de esta danza, se remonta al empleo de esclavos negros en faenas duras en minas y viñedos, esta representación es una de las más esperadas debido a la letra de las canciones que son escritas por los compositores en base a su propia vivencia o de algunas personas.
Todas a su estilo brillaron ante el público que les acompañó con un aplauso a pesar de la persistente llovizna que cayó anoche. Este es el caso de los componentes de la Fraternidad Morenada Central Oruro, quienes el momento de la lluvia al ritmo de "pisa pisa" (el pisar de las uvas en los viñedos), tuvieron que avanzar algunas arterias de la ruta del Carnaval, agarrados de los brazos como una especie de comparsa, empapados completamente pero sin dejar de bailar para cumplir con el domingo de corso.
En las siete morenadas, al margen de su alegría y entusiasmo permanece el uso de la matraca, muchas de ellas de quirquinchos y otras que identifican al gremio de los transportistas y metalurgistas, que dan el toque primordial a la danza que provoca el entusiasmo de las personas.
También estuvo presente la belleza de la mujer boliviana que demostró su gusto por bailar en esta especialidad, su elegancia al vestir los diseños confeccionados con figuras como la imagen de la Virgen del Socavón, caretas de moreno, el logotipo del Bicentenario de la Revolución del 6 de Octubre de 1810 identificado con el faro del Conchupata y otros que son de propios de los orureños.
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