Son las 6:30 y la ciudad no ha dormido durante varias noches. Hay pequeños campamentos en las veredas, los que quieren emborracharse encuentran vendedores a cada paso y asimismo éstos encuentran clientes a toda hora de la noche. La madrugada del sábado 5 de marzo está sazonada con energía y nerviosismo.
En la mayor parte de nuestras danzas folklóricas, los bloques de hombres y mujeres están bien diferenciados, sin embargo, estas líneas que a veces parecen marcar abismos, se borran con las acciones transgresoras de mujeres que deciden bailar con trajes de varón.
De la misma forma, hace algún tiempo las “músicas” han logrado, de a poco, situarse en lugares importantes de la élite de bandas.
Jenny Fuentes toca el trombón desde hace siete años. Ahora toca en la Unión Artística Banda Continental 100%. El colegio la motivó a tocar diferentes instrumentos, “desde colegio me ha motivado a tocar instrumentos, tocaba un instrumento nativo y ahora los metales me han llamado”.
En busca de la equidad
Sobre su condición de mujer afirma que ya hay cierta equidad de género y que ahora las mujeres también pueden salir para cumplir sus sueños y metas.
Su familia está muy feliz de verla participar y ella cuenta que los músicos también tocan por devoción y amor a la Virgen, para agradecerle por las cosas brindadas y por las bendiciones por venir.
Margarita Peláez baila en el carnaval desde hace 27 años. Ha pasado por varias danzas y ahora baila de diablo con la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro. El amor que su padre le profesaba a la Virgen fue heredado por toda su familia, la cual baila en su totalidad.
Los diablos le han ganado el corazón, según Margarita, le gusta bailar de varón justamente por la energía que éstos emiten, la emoción que siente al bailar la danza, símbolo de la capital boliviana del folklore.
Margarita Cossío comenzó y continúa bailando en los Cocanis, en el bloque de los “turrilitos”. 18 años han pasado desde que comenzó a participar en el carnaval. La fe es el motor que la mueve a seguir participando después de tanto tiempo.
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