La danza de los caporales sigue cautivando a la gente joven en las ciudades más pobladas del país. Entre los jóvenes de 18 a 30 años la preferencia alcanza al 22%, frente a la morenada y el tinku que llegan al 14%.
La preferencia por los caporales es mayor entre los hombres en relación a las mujeres (20% y 15%, respectivamente), quizá porque en esta expresión la demostración de fuerza y acrobacia es mayor.
Pasando la barrera de los 30 años, la morenada se convierte en la danza favorita con 18%, frente al 16% que prefiere a los caporales. Y conforme pasan los años, la preferencia se acentúa en la morenada, hasta alcanzar un 25%.
Según Carlos Ostermann, “se observa que en todos los diferentes niveles socioeconómicos la morenada, los caporales y el taquirari son los preferidos. Sin embargo, como es de esperar, esta preferencia de acuerdo a cada uno de los niveles considerados presentan diferencias. Así la morenada y el taquirari identifican a los sectores altos; en tanto que a los sectores medios y medios bajos, los caporales; y los medios bajos y populares se adhieren preferentemente a la morenada. Llama la atención, asimismo, la preferencia del sector popular por el tinku.
Esta valoración reflejaría, por lo tanto, el valor transversal y simbólico de la morenada como una danza de prestigio y de logro económico; en tanto que los caporales representan la fuerza y el empuje de la clase media, que se caracteriza por el claro ascenso social”, según el antropólogo.
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