La avenida Ramón Rivero, a excepción del palco oficial, se convirtió en la “zona roja” del recorrido. La euforia de jóvenes y adolescentes en estado de ebriedad rebasó la capacidad del control de los 2.607 efectivos, entre policías, militares, gendarmes municipales y voluntarios de los grupos SAR-FAB y SAR-Bolivia.
RUTA El cambio de ruta será el punto de partida, según el oficial superior de Cultura, Fernando Claure. “La avenida Oquendo o la Beijing serían las alternativas para evitar el caos que genera la ubicación céntrica del Corso de Corsos en El Prado”.
Los auspicios, así como la Ordenanza Municipal 4216, serán revisados para “ser más drásticos” en la restricción del consumo de bebidas alcohólicas.
ASIENTOS El precio máximo de Bs 70 para asientos y graderías fue vulnerado por varios comerciantes que esquivaron el control de autoridades.
La reingeniería propuesta considera reducir el precio de los asientos a Bs 25 y dejar espacios libres a familias de bajos recursos, para evitar que el espectáculo sea privilegio de pocos y romper con los monopolios de comerciantes en el recorrido.
Un aumento en el presupuesto, para las 18 actividades del Carnaval valluno, es otra de las propuestas que pretende superar contratiempos con algunos auspiciadores.
Este año el presupuesto fue de Bs 300 mil, el requerimiento actual es de Bs 600 mil. El aporte de los 3 auspiciadores este año fue de Bs 181.000.
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