La anulación de la ordenanza municipal que restringe y prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas a 100 metros del recorrido de la Entrada
de Urkupiña, será analizada por miembros del Concejo y directivos de las fraternidades folklóricas.
Tanto concejales como dirigentes de las fraternidades, en una audiencia pública, acordaron conformar una mesa de diálogo para debatir los alcances de la denominada "ley seca", y asumir una decisión de consenso entre autoridades, fraternidades y vecinos de la ruta de la Entrada. La mesa de concertación comienza sus deliberaciones el próximo 8 de junio.
El presidente del Concejo Municipal de Quillacollo, Gilmar Terrazas planteó a los folkloristas la realización de un taller de socialización sobre la ley seca, con participación de organizaciones sociales y los propietarios de viviendas a lo largo de la ruta. Asimismo recurrirán a entendidos en el fenómeno de Urkupiña (antropólogos, sociólogos y comunicadores).
"El taller tendrá el objetivo de estudiar los más mínimos detalles de las prohibiciones de consumir bebidas alcohólicas, y si éstas perjudican o benefician a los espectadores y la propia imagen de la fiesta, venida a menos por los escándalos que provocan personas en estado de ebriedad", dijo.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas Virgen de Urkupiña, Antonio Villarroel dijo que los más perjudicados con la ley seca, que elimina el auspicio de Taquiña consistente en Bs 384 mil, son los conjuntos de Quillacollo, que no alcanzan a cubrir sus gastos de bandas y vestimenta.
Villarroel reiteró el pedido de las 60 fraternidades de reponer el auspicio de Taquiña para garantizar la participación de muchos grupos que enfrentan problemas económicos, ya que esos recursos son entregados a los conjuntos folklóricos para que puedan costearse sus bandas y otras necesidades.
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