18 de junio de 2011

El Señor del Gran Poder reina hoy

Como él, otros universitarios también expresarán su devoción a puro baile. Pero no son los únicos, La Razón conversó con una veintena de personas que estarán en la fiesta y que tienen diversos oficios. A fin de cuentas, como dice Fernando Valencia (presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder), el Tata no conoce de diferencias de clases sociales o de ocupaciones.

Luis heredó la pasión del baile porque su familia fue la primera en incorporar a los caporales en la entrada. Ahora, una generación de universitarios toma la posta de sus antecesores.

Él cursa el cuarto año de la carrera de Derecho en la Universidad Los Andes; en tanto que su hermano Ricardo Rivas Estrada está en tercer año de Administración de Empresas, en la misma casa de estudios superiores. La palla de los caporales Escalier, Leslie, también está en Administración de Empresas, pero en la Universidad Mayor de San Andrés.

Distancias. Janisse Montaño estudió Turismo y no conoce de distancias a la hora de mostrar su fe. “Vengo cada año desde Estados Unidos para la fiesta del Gran Poder”, comentó al atardecer del jueves pasado, en la calle Los Andes, mientras esperaba que le entreguen su traje. Ella baila morenada en la fraternidad Amaba.

Janisse trabaja en el sector turístico del estado de Pensilvania, en el país del norte, y cuenta que nada puede ser más importante que la fe que le tiene al Tata.

Otro devoto que hace un lustro no falta a la fiesta es Nelson Chipana. Es ingeniero comercial y trabaja en el departamento de ventas de una empresa privada en la ciudad de Santa Cruz. Cada entrada él se viste de diablo para venerar al Tata. “No me importa, esté donde esté voy a venir”, dice.

El ingeniero en sistemas Guido Roca tampoco tiene reparos cuando hay que bailar para el patrono de Chijini. Él hace un espacio en su agenda laboral para ir a los ensayos de la morenada Artística Trinidad el Gran Poder, “la fraternidad tiene 51 años de vida bailando”, explica.

A la hora de hablar de tradición, el sector comercial de las zonas cercanas al barrio de Chijini son las que más destacan. Por ejemplo, Ángel Santander baila morenada hace más de tres décadas y media. Su fraternidad es la Comercial Eloy Salmón de los Señores Maquinistas.

Él tiene su tienda en la comercial Gran Poder y dice que le ha ido bien gracias al Tata que ha bendecido a su trabajo y a su familia. Su hijo Erick también es creyente del patrono, aunque no heredó el oficio de su padre. Él es auditor y trabaja en una entidad pública, juntos bailan hace más de cinco años.

Eduardo Aduviri, contemporáneo de Erick, no dejó el oficio de su padre. Él tiene su tienda en la comercial Gran Poder, de la calle Eloy Salmón y junto a su familia baila para el patrono. Él sí heredó la pasión y el oficio de su progenitor.
Erika Aranda también bailará para el Tata en la morenada Los Viajeros de Charaña. “Lo hago por devoción porque el Señor siempre se ha portado bien y me ha ayudado”, explica.

Comparte la misma opinión Johana Valdez, quien aún está en la carrera de Derecho. Dice que con la ayuda del patrono acabará su carrera, pero después no dejará de asistir a la entrada.

El baile y la fe por el patrono reúne a diferentes profesiones. Por ejemplo, la odontóloga Claudia Ayala danza en los Tinkus Wistus. Lo hace como una promesa... igual que su amiga Roxana Mendieta, quien es comunicadora social y trabaja en la radio Mega, de la ciudad de La Paz.

Los bailarines que hoy recorrerán la entrada tienen una serie de ocupaciones, como aquellos que visitan el santuario a diario. El Tata no suele estar solo, o abandonado, porque siempre hay alguien que le deja un rezo o le enciende una vela.

Es, como dice Fernando Valencia, un santo que no conoce de diferencias sociales ni de ocupaciones distintas... a fin de cuentas todos están unidos por un mismo sentimiento.

Detalles de fiesta

Santuario
La imagen del Señor Jesús del Gran Poder está en el santuario ubicado en la calle Antonio Gallardo de la zona de Chijini, en la ciudad de La Paz.

Origen
Según datos del santuario, las novicias que vivían en este recinto religioso podían tener imágenes del santo de su devoción. En la celda de una monja se encontró la imagen de tres rostros del Señor Jesús del Gran Poder. Representaba a la Santísima Trinidad.

Fiesta
La publicación del 2009, Gran Poder en el año del Bicentenario, manifiesta que los primeros bailarines que tributaron homenajes al patrono fueron los bordadores de la calle Illampu.

Vestimenta
Los bordadores, según la fuente anterior, confeccionaban los disfraces folklóricos. Y los primeros en participar de la entrada fueron los Zampoñaris.

Presteríos
Allá por los años 40 ya existían los prestes. Desde entonces los devotos organizaban la fiesta del Gran Poder, sin tomar en cuenta los gastos que esta celebración implicaba.

Banzer
Durante la dictadura de Hugo Banzer Suárez se determinó que la fiesta (que hasta entonces se limitaba a Chijini y sus alrededores) ingrese a la ciudad de La Paz. Durante la entrada, Banzer bailó (sin darse cuenta) con un travesti.

Intentos
Cuando murió el expresidente Víctor Paz Estensoro se quiso suspender la entrada o evitar el ingreso de los fraternos a la ciudad. Más pudieron los danzantes.

Crecimiento
En la actualidad hay unos 30.000 danzantes que participan de la entrada. Son 63 fraternidades que recorren la sede de gobierno desde la zona del Cementerio General hasta la avenida Simón Bolívar.

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