La primera promesa a la Virgen de Urkupiña, efectuada el jueves pasado, se vio empañada por dos conflictos: por los vecinos de la calle Pacheco, que rechazan el cambio de ruta para la entrada del 14 de agosto; y los conflictos internos de la fraternidad folklórica Caporales San Simón, que derivaron en una gresca con cantidad de jovenes heridos.
Sobre el cambio de ruta, la alcaldesa de la ciudad de Quillacollo, Carla Lorena Pinto, refirió que existe una resolución firmada y aprobada por el comité interinstitucional, en base a la ley 2331, la misma que es de cumplimiento obligatorio, por lo tanto, Pinto dijo que no cederá a los caprichos de los vecinos.
La alcaldesa Carla Lorena Pinto lamentó el incidente violento protagonizado por los bailarines de caporales durante la primera promesa y convocó a la fraternidad para resolver el problema interno.
Entre tanto, madres de bailarines adolescentes agredidos recorren los medios de comunicación con una muestra de imágenes filmadas el día del conflicto, donde se ve el uso de la violencia de parte de un bloque de bailarines corpulentos y mayores sobre un último bloque de adolescentes, casi niños que “fueron agredidos de manera brutal” por los primeros.
Las madres piden garantías para sus hijos y repudian el uso de la violencia, cuyo principal impulsor, según las denunciantes, sería el expresidente de la fraternidad y actual juez Néstor Enríquez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario