En Caranavi, los afrobolivianos desarrollan estas fiestas desde hace cinco años.
En la cultura afroboliviana, la figura criolla del preste se practica sólo desde hace cinco años en Caranavi. A partir de esa incorporación festiva, los integrantes de esa comunidad afirman que se reconfigura la identidad del afro.
La integración alcanzó tal nivel que los matrimonios de los prestes son formados por mestizos y afrobolivianos.
Afros con mestizos. Los prestes de la comunidad afroboliviana designados este año son Gabriela Nova, Marco Aguilar, Irene Tórrez y Marcelo Salazar. Ellos se encargaron de organizar a la comunidad para la fiesta de la Virgen de las Nieves, patrona de la región.
El grupo costeó la comida, durante los tres días de la festividad, para más de 60 bailarines. Si a ellos les falta el traje, son los prestes quienes se encargan de su flete o confección.
A diferencia de otras festividades de los afrobolivianos, en Caranavi, los mestizos del poblado pueden practicar la saya. Una regla flexible, diferente a la que practican los afrodescendientes en Tocaña, una población de la provincia Nor Yungas.
Los prestes de Caranavi organizan la fiesta principal y para aminorar los gastos, venden la cerveza que consumirán los invitados principales. En la comunidad se forma un directorio y sólo por la época festiva las reuniones son presididas por los prestes.
Ellos se encargan de que los instrumentos sean elaborados con excelente madera extraída de las arboledas yungueñas.
“No somos tundiquis”. La presidente del Movimiento Cultural Saya Afro Caranavi, Leonor Inofuentes, dijo que “por sobre todo, nuestra participación en las fiestas de pueblo es para difundir y aclarar que los afros somos los que practicamos la saya original y que los tundiquis son personas que se pintan la cara, dicen bailar la saya, no son de nuestra cultura. Para los afros, el tundiqui es una burla, parodia y hasta una mofa de nuestra saya”.
Del habla afroyungueña. La investigadora griega casada con un afroboliviano Danae Pérez presentó una tesis para optar a una maestría y dijo que el léxico típico y de palabras entrecortadas y hasta onomatopéyicas del afroyungueño proviene de Portugal. “Durante la época de la Colonia, una parte de los africanos que iban hacia Potosí se asentó en Sud Yungas. Del habla del afro del norte yungueño, todavía no se sabe mucho; el hombre de esa región parece diferente al del sur, es menos brusco en su proceder y en la concepción de su cultura”.
El presidente del Movimiento Cultural Saya Afroboliviana de La Paz, Omar Barra, señaló que algunos aspectos invisibilizan a los afrobolivianos, porque los registros estadísticos que se hacen de esta colectividad se levantan en ciudades y no en comunidades originarias. La mayoría está casada con mestizos bolivianos y sus hijos se sienten parte de ambas culturas.
1 por ciento de la población boliviana corresponde a la etnia afrodescendiente.
La eterna lucha. Una canción dice: “después de 500 años, no nos vayan a cambiar, el bello ritmo de saya no es igual que caporal. Los Kjarkas están confundiendo la saya y el caporal”.
ZEMBA
Es un baile religioso que supuestamente proviene de los afrodescendientes que llegaron de Argentina.
MAUCHI
Danza que sólo se practica en el entierro de un afro. Los hombres se toman de la mano y las mujeres lloran.
CUECA NEGRA
Una danza que mezcla los ritmos africanos y la cueca típica. Las mujeres se apropian de la pollera.
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