La fiesta de la abundancia (Alasita) y el Carnaval son muestra de que en Bolivia, hasta nuestros días se presentan prácticas sociales de fusión entre lo indígena y lo español, explicó el historiador Jesús Yusco.
“Detrás de lo que nosotros los humanos conocemos existe otra cultura, o por debajo de lo que nosotros pisamos existe otra tradición que es denominada ‘Waka’”, explicó.
“Por ejemplo, detrás de las imágenes del “Ekeko” se encuentra la historia prehispánica, detrás del apostol Santiago esta la “Illiata”, detrás de la virgen de Copacabana se encuentra la “Pachamama”, dijo.
En este entendido, es que se comienza a crear las miniaturas en oro y plata para la abundancia ya que este es tiempo de cosecha y en la actualidad conocemos como “el Anata”, recordó.
EL EKEKO
Del Ekeko, figura central de la Alasita dijo: “este personaje histórico comienza ya su tradición desde el mes de noviembre y también expresa la abundancia y la fertilidad de la tierra”.
“El encuentro de los seres humanos con la lluvia, que se da en los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero es la unión de la abundancia y la fertilidad que a su ves es el re encuentro con la Pachamama que liga a la fiesta de la Alasita y los Carnavales.”, explicó.
CARNAVAL
Al referirse al Carnaval, hizo mención a La Ch’alla , “estamos acostumbrados a realizar en esta fiesta, es una cultura netamente indígena, porque el agua es un símbolo de vida y abundancia desde esta cosmovisión”, aseguró.
PERSONAJES
El historiador explicó, que los personajes caracterizan al Carnaval Paceño : el Pepino, Ch’uta y Chola, son representantes de una parte del imaginario amplio los pobladores regionales, creadores y recreadores de numerosas e importantes danzas, música y máscaras.
“Los pepinos, descendientes criollos de los pierrots europeos, tienen un total contenido local, de personaje alegre, dicharachero, pero también triste y desdichado, mientras que el Ch’uta de identidad discutida reconocido tanto como poblador nativo o como el pongo que tenían los señores en tiempos anteriores a la reforma agraria, ya no es el servidor humilde que habría dado origen al ch’uta bailarín, pues se asemeja en ciertos rasgos al pepino, por su picardía”, señaló.
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