Con un poco de pegamento, perlas, lentejuelas, molde, tela y en la mano de un bordador una aguja con hilo de milán se pueden crear curiosas figuras como dragones, sapos, lagartos, serpientes, apliques que adornan los fastuosos trajes de los diablos y morenos del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio oral e intangible de la Humanidad.
La mayoría de los artesanos iniciaron sus actividades después de Todos Santos, algunos con mayor intensidad que otros, puesto que los pedidos para el diseño y elaboración de trajes de los danzarines del Carnaval son realizados con anticipación, pero otros prefieren dejar las cosas a último momento poniendo a prueba la agilidad de los bordadores.
El señor Gabino Huanca propietario de Bordados "Raymi Bolivia", describió el arduo trabajo que tienen los bordadores en esta época, especialmente en la elaboración de apliques.
El bordador para diseñar un aplique se toma alrededor de un día y medio, pero esto varía según el tamaño y la complejidad del diseño, porque hay otros que se realizan hasta en cuatro horas.
A simple vista el trabajo que realizan parece sencillo, pero toma tiempo y hay que tener mucha paciencia para alcanzar un buen acabado, puesto que primero se debe tesarse la tela, cortar el molde y sobreponer a la base y encima empezar el bordado con el hilo milán. El molde es cocido y adherido con pegamento al soporte.
Para que los apliques luzcan con mayor resplandor son adornados con lentejuelas, perlas, piedras y otras novedades que llaman la atención. Al igual que Huanca, sus hijos también aprendieron en su infancia el arte de bordar y junto a él trabajan en esta temporada.
En cuanto al costo, un aplique puede llegar a costar entre 40 a 350 bolivianos el par, todo depende del tamaño, diseño, y la complejidad además de los adornos que se utilizan para obtener un buen acabado.
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