20 de febrero de 2012

Colorido y derroche de alegría fueron protagonistas el Domingo de Corso

El colorido de los trajes adornados con globos y serpentina además del derroche de alegría de los danzarines, fue la característica más destacada que se apreció ayer, cuando se vivió el Domingo de Corso en Oruro, día siguiente al Sábado de Peregrinación, donde los miles de danzarines demostraron su devoción a la "Mamita del Socavón".

Con la careta en la mano, serpentina en el cuello y globos en el traje, danzarines se confundieron con el público espectador de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y brindaron el calor de amistad a todos los visitantes que arribaron a la capital del Folklore boliviano.

Es así que la alegría y amistad que brindaron uno a uno los integrantes de los 48 conjuntos que participan en la entrada del Carnaval, fueron recibidas con aplausos por los espectadores que se apostaron en la ruta por donde se hizo gala con los trajes de los danzarines en las 18 especialidades que acoge el Carnaval de Oruro.

Desde el inicio de la entrada del Domingo de Corso, algunos danzarines también demostraron su picardía para satirizar a través del disfraz a personajes públicos y políticos o algunas situaciones de la coyuntura.

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Este especial día se inició con el popular saludo "al alba", en inmediaciones del Santuario del Socavón, donde integrantes de la banda de música deleitaron con las melodías que dieron la bienvenida al astro rey, apreciado por las personas que acudieron al acontecimiento.

Aunque este saludo, poco a poco va desapareciendo, la entrada del Sábado de Peregrinación se extiende hasta tempranas horas del Domingo de Corso, aunque en la actualidad son pocas las bandas de música que continúan con la tradición.

Si bien, este día es conocido como el Domingo de Corso en el que no se pierde la esencia devocional, ya que incluso hasta hace algunos años, se realizaban misas en la mañana, respetando el día del Señor, con procesiones protagonizadas por los pasantes.

Este día también se caracteriza porque los danzarines ya no ingresan al Santuario del Socavón y en la mayoría de los casos ya usan las imponentes máscaras terminando su participación, después de dos días de intenso baile y alegría, en arterias cercanas a dicha infraestructura santa, poniendo fin a los días más esperados para demostrar su fe a la Virgen del Socavón.

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