El padre Jairo de Jesús Salazar, religioso del Santuario del Socavón, hizo un llamado a los presidentes y cofradías de los diferentes conjuntos folklóricos, para que las veladas se conviertan en espacios de reflexión y de información, para que los danzarines conozcan la historia de sus agrupaciones.
"Tengo una queja con los presidentes de las fraternidades, porque realmente lo que se dice velada para la virgen no hay en ningún conjunto, nos dedicamos a la vida social, a compartir algo de tomar o de comer, y todo queda ahí. Debe ser más bien un momento en el que debería conocerse la historia de cada conjunto saber su misión, visión y objetivos, toda la historia, porque hay danzarines que no tienen ni la más mínima idea de nada del grupo al que pertenecen", señaló Salazar.
Indicó que afianzar la fe y devoción por la Virgen del Socavón es un trabajo de todos, no sólo de los padres, o del obispo o los frailes del Santuario, es responsabilidad de cada danzarín.
"Hay jóvenes que bailan sólo porque les gusta la música, la vestimenta o la coreografía, y no se ponen la camiseta en el sentido de conocer la historia de cómo la devoción de los fundadores hizo posible que estos grupos existan, no hay momentos para la oración a la Virgen, para cantarle a la Virgen, las veladas son para eso", sostuvo.
Asimismo, mencionó que cada grupo debía tener su canto especial para la Virgen, ya que existen muchas morenadas "muy lindas" que mencionan a la Virgencita, pero no son hechas para ella, son hechas para la enamorada, para Oruro, para el folklore y otros.
"Esto lamentablemente nos da a entender que la primacía de la Virgen no está siendo real, cuando hay grupos que componen música muy linda pero no para ella, y esa es parte de la promesa en principio de los mineros, no sólo bailar sino componerle cantos cada año", enfatizó.
Sin embargo, dijo, no hay que desanimarse, hay que mirar la realidad para mejorarla y este año tienen que ser mucho mejor, ese es el llamamiento; si todos nos colaboramos podemos lograr muchas cosas.
"No debemos dejar que se nos escape la esencia del Sábado de Peregrinación, no quede sólo en la presencia, porque esa presencia además tiene que reflejar la esencia del por qué estoy danzando, de qué quiero lograr con mi danza, si quiero ser dueño de mí mismo o sólo divertirme", señaló.
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